¿Por qué es tan importante la Cámara de Comercio?
La institución tiene una gran influencia en más de 160 organismos empresariales
Las elecciones a las trece Cámaras de Comercio de Catalunya están ya en marcha –telemáticamente hasta el día 19 de septiembre, y presencialmente el miércoles 20– y el empresariado decidirá así qué empresas lo representarán en los plenos camerales. Se trata de unos comicios que, aunque son relativamente desconocidos, engloban en el censo a todos los empresarios y autónomos de Catalunya, muchos de los cuales no son ni conscientes de que pueden votar. Solo en la de Barcelona, la mayor de todas, el censo engloba a más de 430.000 electores. Pero ¿por qué es importante la Cámara de Comercio y, por extensión, la gente que la gobierna?
Por un lado, una de las principales funciones de las cámaras es dar servicios a las empresas. Esto se traduce en ayudas y acceso a financiación a través de microcréditos, asesoramiento de productos financieros, acceso a fondos europeos y sesiones informativas en todo el aspecto financiero. También formación para empresarios y directivos, cesión de espacios, certificaciones, e información y asesoramiento para realizar trámites empresariales, donde a menudo las trabas burocráticas son uno de los principales problemas con los que se encuentran las empresas.
En el caso de la Cámara de Barcelona, y tal y como han explicado los actuales miembros del gobierno como balance de la legislatura, la institución ha llevado a cabo iniciativas durante la pandemia como la campaña Que ninguna empresa cierre y Levanta, activa y acelera tu negocio, con las que se ayudaron más de 11.000 empresas. También se ha impulsado la Lonja Virtual, un proyecto que permitió durante la pandemia seguir dando servicios de formación, asistencia y asesoramiento a las empresas. Por otra parte, también se ha apostado por la innovación y las nuevas tecnologías con el Centro Blockchain de Catalunya; en sostenibilidad, se ha creado el hub industrial de movilidad sostenible, para impulsar proyectos industriales establecidos en Cataluña para la movilidad sostenible y la innovación, y también el hub digital como herramienta para la digitalización para las empresas: un espacio en el que ya hay unas 200 empresas, la mayoría start-ups.
Influencia más allá de su sede
Sin embargo, más allá de los servicios que ofrece, la Cámara tiene una influencia muy relevante en el mundo empresarial por su labor de representación en otros organismos. Dicho de otra forma, tiene la potestad para designar consejeros o incluso presidentes en más de un centenar de entidades y organismos, que van desde la Feria de Barcelona o Turismo de Barcelona hasta varias universidades públicas. Éste es uno de los principales motivos por los que la batalla electoral en las Cámaras se vive con tensión entre bastidores: tener un lugar en el pleno de la Cámara puede implicar, también, tener voz y voto en cientos de cúpulas de instituciones relevantes.
De hecho, en el momento en que se dé por terminado el actual mandato, se darán por finalizados los cargos que la Cámara tiene a las entidades participadas, y se renovarán cuando se haya proclamado el nuevo pleno. Se trata de cargos tan relevantes como la presidencia de Turismo de Barcelona, que pertenece al presidente o presidenta de la Cámara de Barcelona, pero que actualmente está ocupada por Eduard Torres, a quien delegó el cargo el actual gobierno cameral y que, este año, va a la lista d'Eines de País. En la Fira de Barcelona, otra de las joyas del empresariado catalán, la Cámara ostenta la vicepresidencia segunda y varias sillas del consejo general. Tiene, además, la potestad de proponer los nombres del presidente y de los consejeros, algo que ya originó una batalla hace unos meses con las sillas que debían renovarse.
Otro caso sonado es la presencia en el patronato de la Fundación Bancaria La Caixa, donde la Cámara tiene una silla como miembro fundador, que se alterna cada dos años con los demás miembros fundadores. Actualmente, es el turno de Foment del Treball, pero hasta hace unos meses ocupaba la silla el vicepresidente primero de la Cámara, Antoni Fitó, como patrón de la entidad. Además, también tiene silla en el Área Metropolitana de Barcelona, la Asociación de Empresas e Instituciones 22@ Barcelona, el Ateneo Barcelonés, la Autoridad Portuaria de Barcelona, el Consejo de Ciudad del Ayuntamiento de Barcelona, el Consorcio de la Zona Franca, Esade, la Fundación Barcelona Centro de Diseño (BCD), el Instituto de Estadística de Cataluña, la Lonja de Cereales de Barcelona y la Universidad Internacional de Cataluña, entre otros muchos.
Asimismo, la Cámara también participa en las organizaciones supracamerales como el Consejo General de Cámaras de Cataluña, en el que tiene la presidencia, y también en la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de España, la Cámara de Comercio Internacional y otras organizaciones de ámbito internacional.
Una campaña estrambótica
Los resultados de estas elecciones no se sabrán hasta el miércoles por la noche, pero el camino hasta aquí ha estado marcado por una campaña muy alejada de la normalidad. Por un lado, la lista Eines de País-Un Paso Més, ha mantenido la estrategia comunicativa que les dio la mayoría absoluta en 2019. Ayudados por la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), han evitado poner un nombre sólido como a presidenciable –escudándose en la peculiaridad de estos comicios–, se han movido en las redes, se han entrevistado con los medios y han reclamado, por activa y por pasiva, mantener debates con la lista contrincante, Va d'Empresa.
Por su parte, la candidatura liderada por Josep Santacreu ha mantenido un silencio prácticamente total. Sólo se hizo una presentación de la candidatura antes del verano en el Círculo de Economía, en un guiño a su potencial elector. Después, su campaña ha sido prácticamente invisible, con una rotunda negativa a entrevistas y a debates. Sólo ahora, con las elecciones ya en marcha, empiezan a abrir la veda.