Joan Baez apoya al movimiento independentista con su visita a Carme Forcadell en prisión

"Me parece una mujer fuerte pero con tristeza", dice la cantautora sobre la expresidenta

Acn

La cantautora estadounidense Joan Baez ha asegurado: "Apoyo al movimiento independentista de Cataluña. Espero que todo el mundo que lo está siguiendo entienda que es la única manera inteligente de enfocarlo", tras visitar este viernes a la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell en la prisión de Mas d'Enric acompañada de Bill Shipsey, abogado y fundador de 'Art for Amnesty'.

Baez ya había apoyado en varias ocasiones a los presos independentistas. La cantante ha explicado que siempre ha apoyado a los movimientos no-violentos a lo largo de toda su vida y "el movimiento catalán", ha dicho, "es muy importante e interesante". Entre las cosas que quería hacer estaba esta visita a "una persona que está pagando el precio por lo que ha hecho".

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"Una mujer fuerte pero triste"

La cantante ha señalado que ha habido una sesión de radio en prisión con gente apoyando a los presos. No es la primera vez que la artista se pronuncia a favor de los presos políticos catalanes. Esta vez señaló que Forcadell estaba sentada a su lado. "Cuando estás allí es difícil tener invitados porque sabes que se tienen que ir. Me ha parecido que es una mujer fuerte, pero con tristeza, ya que su familia solo la puede visitar un día a la semana durante una hora o dos días durante media hora".

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Baez actuó este jueves en el Festival Jardins de Terramar en su gira de despedida Fare Thee Well... Tour 2019 y se despedirá del público catalán este sábado con un concierto en el Festival Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà), con las entradas ya agotadas. Baez ha mostrado en varias ocasiones su apoyo a los presos independentistas.

Baez siempre ha tenido un espíritu combativo. En una entrevista de marzo del año pasado, la cantautora de 78 años no descartaba acabar en la cárcel: "Mi fundamento, la acción política no-violenta, ya existía antes de que yo empezara a cantar, y ambas cosas son una segunda naturaleza para mí. Por tanto, no descarto la posibilidad de la desobediencia civil e incluso de ir a la cárcel. Alguien lo tendrá que hacer. Ahora que lo pienso, quizá tiene mérito haber prendido la llama, y la gracia ahora es no dejar de pasar la antorcha".