Jordi Cruz: "Nunca he sido una persona de negocios, me produce ansiedad"

BarcelonaEl comunicador Jordi Cruz se convirtió en una de las caras más conocidas de la televisión infantil en España a finales de los años noventa. Nacido en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, ​​saltó a las cadenas de televisión estatal con programas como Club Disney (1995) o Arte Attack (1998), cuando sólo tenía 19 años. “Mi familia eran de clase de trabajadora y siempre hemos sido del barrio de toda la vida. Después del instituto me cogí un año sabático porque me quedé sin la nota para estudiar comunicación audiovisual en la universidad pública. No había sido buen estudiante, pero decidí iniciarme en la televisión local para empezar en el sector”, rememora Cruz.

Durante ese año sabático, Cruz pasó por medios de barrio de Barcelona y tuvo su primer trabajo: estar figurando en la serie Poblenou de TV3. “Recuerdo que me pagaron unas pocas pesetas, pero será el primer contrato que me consta en el expediente”, comenta el presentador. Al cabo de unos meses, Cruz recibió una oferta para irse a vivir a Madrid y presentar Club Disney a Telecinco: “Llamaron a mi padre y él me hizo ir a su trabajo para contarme la oferta que me había llegado. Vimos una gran cantidad de dinero y teníamos dudas de si era mensual o anual, y resulta que era por cada programa. No era consciente de lo que significaba y con la primera nómina sólo me compré unos CD”.

En 1998, Cruz fichó por la cadena Disney Channel como presentador del programa de manualidades Arte Attack, uno de los más recordados de la televisión infantil. Durante esa etapa de su vida, Cruz reconoce que el dinero nunca fue su prioridad y que marcharse tan joven de casa no cambiaron su manera de ser. “Mis padres eran muy independientes y, aunque ellos podían controlar mis finanzas, nunca lo hicieron y me dieron total confianza para gestionarme yo mismo. Cuando entras en este mundo ves cantidades impresionantes de dinero que pueden darle la vuelta a toda una familia, pero en nuestro caso lo llevamos con naturalidad y seguimos como siempre”, detalla.

A lo largo de su carrera profesional, Cruz ha ido pasando por varias cadenas estatales como Neox, pero también por medios como Radio Calvià en Mallorca o Cadena 100, y ha hecho de doblador de algunos personajes de ficción. “Nunca he valorado la fama o el dinero, son extras en el trabajo de presentador. Éste era mi sueño de pequeño y muchas veces me he movido hacia proyectos más pequeños sin pensar en las cosas materiales”, remarca el comunicador.

Cruz aclara que nunca se ha visto fuera del sector y que las carreras profesionales son proyectos de largo recorrido que él vive “sin prisa”: “Pude vivir una época en la que la televisión era el faro del entretenimiento y estaba muy bien que las cadenas apostaran por el público infantil. Es un orgullo poder formar parte de esta generación, y son trabajos que te marcan y acompañan con el tiempo”. En los últimos años, además, Cruz también ha empezado a trabajar en mundos nuevos como elstreaming, el podcasting o producciones de Netflix: “No me gusta la palabra reinventarse y tampoco he vivido una fama esporádica en la que de repente nadie te llama. Todo a la larga se solidifica y todo lo que he tenido ha sido fruto de buenas decisiones”.

Cruz cuenta que no tiene hijos; tampoco tiene coche, ni ningún “vicio” que le suponga un gran dispendio de dinero: “Nunca he sido una persona de negocios, me produce ansiedad. Nunca he invertido en nada y me ha hecho mucho respeto entrar en negocios de productoras audiovisuales como hacen muchos presentadores. Yo sé hacer bien mi trabajo que es presentar”. El comunicador explica que asocia fundar negocios con el individualismo y prefiere "no llevarse una parte de este pastel". Según el comunicador, sus mejores inversiones han sido siempre los lugares en los que ha vivido. “Mear joven fuera de casa hizo que pudiera hacer de anfitrión de mis amigos y crear un espacio para encontrarme con ellos. Esa parte de mí siempre ha sido muy importante y especial”, explica.

De hecho, Cruz reconoce que la burocracia siempre se le hizo una montaña y complicada de entender, así que cuando empezó a trabajar como autónomo dentro de la comunicación acudió a la ayuda de un gestor. “Nunca he buscado pagar menos y creo que las escuelas deberían empezar a hablar de finanzas para poder entender cómo funcionan cosas básicas como el Estado, la jubilación o las pensiones. Es importante para que, cuando vayas al banco, sepas si te dicen la verdad o no”, explica.