La miopía de AltaVista, uno de los primeros buscadores de internet
El proyecto nació antes que Google pero se vio superado a causa de su flojo algoritmo y su falta de plan
En 1957, Ken Olsen y Harlan Anderson, dos ingenieros estadounidenses, pusieron los pies en el pequeño pueblo de Maynard, a poco más de 35 kilómetros de Boston, en Massachusetts. Hacía tiempo que buscaban el lugar idóneo en el que fundar su propia empresa de informática, y allí habían encontrado una antigua fábrica de lana en desuso que les iba como anillo al dedo. Nadie lo sabía entonces, pero acababan de pulsar el botón de inicio de una de las empresas más emblemáticas del mundo de las computadoras: Digital Equipment Corporation (DEC). En la década de 1960 y 1970, la compañía se hizo muy popular gracias a sus minicomputadores PDP, unos aparatos más baratos y bastante más pequeños que las gigantescas computadoras de la época.
En este soporte nacieron programas que marcaron un antes y un después, como Expensive Typewriter, uno de los primeros procesadores de texto de la historia, y Spacewar, uno de los primeros videojuegos. Sin embargo, a principios de la década de 1990 la irrupción de nuevas tecnologías descendió la fiebre por los minicomputadores y la compañía tuvo que reinventarse.
En medio de esta crisis, Paul Flaherty, Louis Monier y Michael Burrows, tres informáticos de la compañía, tuvieron la idea de crear un buscador que permitiera localizar los miles de páginas web que se habían empezado a crear en el incipiente internet de la época. Juntos desarrollaron AltaVista, uno de los primeros buscadores web. “Hacia 1995 había menos de 10 millones de ordenadores personales (PC) conectados a la red y todavía faltaban tres años para que apareciera el buscador Google, pero ya se necesitaba un sistema para encontrar resultados en internet”, contextualiza Xavier Ferràs, profesor de Esade experto en innovación. DEC lo puso en marcha el 15 de diciembre de 1995, bajo el dominio www.altavista.digital.com, y enseguida tuvo un gran éxito. Durante sus primeros días de servicio, el buscador recibió 300.000 visitas diarias. Al cabo de dos años ya eran millones y en el 2000 se convirtió en el undécimo dominio más visitado de todo internet, según The Washington Post, con datos de Comscore.
La historia, sin embargo, no acabó bien. A partir de 2000, Altavista desapareció de golpe de los rankings de los dominios más visitados. "El buscador fue tragado por las dinámicas del mercado y la tecnología", explica Ferràs. Se topó con una doble tendencia y no supo decantarse por ninguna. Por un lado, ya había aparecido Google, con un algoritmo de búsqueda más potente que permitía al usuario encontrar más rápido y con mayor precisión lo que quería encontrar. Por otra parte, buscadores como Yahoo, Lycos y AOL habían decidido enmarcar su buscador dentro de un portal web con servicios complementarios de todo tipo: desde herramientas de mensajería hasta noticias, entretenimiento y anuncios de publicidad. "AltaVista quedó atrapado en medio y fue superado por motores tecnológicos superiores como Google, pero también por modelos de negocio más avanzados", remacha el experto. En 2003, tras varios procesos de compra, AltaVista acabó en manos de Yahoo, que le desactivó el 28 de junio de 2013.