La mitad de los jóvenes recién llegados, en riesgo de pobreza o exclusión social

La precariedad laboral, el abandono prematuro de los estudios y la barrera lingística y cultural. Éstos son tres de los ingredientes que, según los expertos, pueden explicar por qué casi la mitad de los jóvenes recién llegados a España se encuentra en riesgo de pobreza o de exclusión social. Así lo recoge las estadísticas de Eurostat, que fijan en un 44,8% el porcentaje de jóvenes entre 19 y 29 años nacidos fuera de España que podrían llegar a entrar en situación de exclusión. La cifra se reduce hasta el 24,5% en el caso de los nacidos en el país. Sin embargo, comparten retos: aspectos como el rendimiento en el sistema educativo, la incorporación en el mercado laboral o la emancipación del hogar familiar son temas esenciales y transversales a la hora de definir las oportunidades y el futuro que tendrán.

Así lo señala el dossierJóvenes, oportunidades y futuro, publicado este verano por el Observatorio Social de la Fundación La Caixa. "Las personas con titulación superior siguen teniendo tasas de empleo más altas que las que sólo tienen una titulación secundaria", destacan Ligia Ferrero y Pedro Abrantes, de la Universidade de Oporto y de la Universidade Aberta de Lisboa, en uno de los artículos que incluye. ha aumentado en España y la desigualdad entre jóvenes con niveles de estudios altos y bajos ha crecido. explican los autores. Los títulos son clave para alejarse de la pobreza y de la exclusión social. Pero los jóvenes recién llegados lo tienen más. complicado para conseguirlos.

Inserción y estudios

Para intentar allanarles el camino, Barcelona ha puesto en marcha las Aulas de Acogida Accelerada (AAA). El servicio tiene como objetivo que el alumnado recién llegado de la ESO pueda alcanzar los conocimientos, la confianza y el dominio básico de la lengua para que, después de un curso intensivo -de septiembre a enero- pueda incorporarse al aula con más preparación para trabajar los objetivos educativos de esta etapa y poder prepararse, también, para acceder a la formación de bachillerato oa la formación profesional. Acciones como éstas son clave para evitar el abandono prematuro educativo y cerrarse las puertas a enseñanzas superiores.

"Las aulas de acogida aceleradas son un mecanismo de prevención de la desvinculación escolar y sobre todo pretenden ser una herramienta para asegurar la continuidad de este alumnado en las enseñanzas postobligatorias", reitera el Consorcio de Educación de Barcelona. Este curso han funcionado diez aulas de acogida, cada una con veinte plazas, en centros como el Institut Verdaguer, Martí i Pous, Angeleta Ferrer o Montjuïc. Concretamente, acogen al alumnado extranjero de 1º, 2º y 3º de ESO que no ha estado previamente matriculado en ningún centro de Cataluña, pero también alumnos de 4º de ESO si el servicio de orientación del Consorcio de Educación lo decide después de una entrevista inicial.