Oficial: vuelve el mítico Renault Quatre Llaunes, ahora en formato eléctrico
La marca francesa ha presentado en el Salón del Automóvil de París la versión definitiva de este nuevo utilitario de 4,14 metros de longitud
Aunque la mayoría de vehículos que todos conocemos sean herramientas que sirven para ir del punto A al punto B, lo cierto es que los automóviles suelen ser objetos con una especie de alma que les diferencia de otras máquinas o electrodomésticos que tenemos en casa. Si se nos estropea el lavavajillas lo único que deberemos hacer es cambiarlo por otro, pero difícilmente nos sabrá mal tener que deshacernos del antiguo (sin tener en cuenta el desembolso económico, claro). En cambio, cuando un vehículo se hace viejo y debemos cambiarlo por otro, es posible que nos cueste más deshacernos que de cualquier otro objeto.
¿La razón? No está clara, pero en mi opinión tiene que ver con las vivencias que se tienen día a día en un coche: es el objeto que nos lleva y nos devuelve cada día del trabajo, el que utilizamos para ir de vacaciones o de fin de semana, incluso lo que nos permite desconectar conduciendo por una carretera sin rumbo definido o, simplemente, lo que ha vivido con nosotros mil y una aventuras. Por eso casi todos tenemos en la cabeza uno o varios coches antiguos que despiertan en nosotros un cierto sentimiento de nostalgia, ya sea porque eran los vehículos que tenían nuestros padres o abuelos cuando éramos pequeños, porque fueron los coches con los que aprendimos en conducir o por otros muchos motivos. Y ésta es la razón por la que suelen funcionar tan bien las adaptaciones modernas de coches antiguos que llevan toda la vida haciendo las marcas.
Ejemplos hay muchos: Volkswagen con el Beetle, Fiat con el 500, Mini con el Cooper... y recientemente Renault se ha sumado a la fiesta con dos modelos que, de entrada, han gustado mucho a clientes y aficionados. Se trata del Renault 5 E-Tech y del recién presentado Renault 4 E-Tech, que con sus nombres no dan pie a ningún tipo de equivocación. Del 5 ya hablamos cuando se hizo oficial, pero ahora es el turno del nuevo Renault 4 E-Tech, que llega en formato eléctrico, con una estética retro inspirada en la del modelo clásico y con una longitud de tan sólo 4,14 metros, ideal para la ciudad.
Una adaptación moderna del mítico Quatre Llaunes
El diseño del Quatre Llaunes era muy sencillo y destacaba por un frontal con una forma vertical muy marcada y por una parte trasera que describía una caída en diagonal. Pues precisamente éstos son los rasgos característicos de esta adaptación moderna, que en la parte delantera mantiene la máscara negra con ópticas redondas del modelo clásico (pero ahora en formato led, evidentemente) y las características rejillas sobre el capó que, eso sí, ahora sólo desempeñan un papel estético.
La vista lateral destaca por unas llantas de 18 pulgadas que se ven abrazadas por unos pasos de rueda cuadrados y de color negro (un detalle muy de estilo SUV que no se corresponde con el Quatre Lates, pero que está de moda). Lo que sí proviene del modelo original son las nervaduras laterales situadas en la parte inferior de las puertas y la forma diferenciada de la tercera ventanilla, así como el techo de lona que equipaban algunas versiones.
Y, como decíamos, la caída en diagonal de la parte posterior da paso a unos pilotos led que mantienen la forma vertical del Quatre Llaunes, con la matrícula situada en el centro y con un parachoques que dispone de dos topes inspirados claramente en los del modelo de los años sesenta. Y como no podía ser de otra forma, Renault ofrece un amplio catálogo de colores y muchas posibilidades de personalización, hasta el punto de que se pueden generar más de 600 combinaciones estéticas diferentes.
Pequeño, pero muy bien aprovechado
Por dentro, Renault ha mantenido algunos detalles inspirados en el modelo clásico, pero aquí la adaptación retro es más complicada porque la tecnología manda y hace falta poner pantallas por doquier. Así, el nuevo Renault 4 E-Tech dispone del mismo interior que el 5 E-Tech, con dos pantallas panorámicas que son de 10,1 pulgadas para la instrumentación (de 7 en la versión básica) y de 10 para la consola central.
A nivel tecnológico va muy bien servido: equipa Android Automotive con todos los servicios de Google de serie, así como conexión con el teléfono inalámbrico, control por voz, sistema de audio firmado por Harman Kardon y un buen puñado de aplicaciones. Pero al mismo tiempo Renault ha mantenido algunos botones físicos en el salpicadero, lo que se agradece a la hora de conducir. Además, la marca francesa ha incorporado un tejido para asientos que se inspira en el del modelo original y otros detalles de estilo retro repartidos por el interior.
Mención especial merece el maletero, puesto que aunque el tamaño exterior sea de tan sólo 4,14 metros, el Renault 4 E-Tech anuncia 420 litros de capacidad y una boca de carga muy baja que facilita el almacenamiento de objetos. Eso sí, 35 de estos litros están disponibles en forma de espacio extra debajo del suelo del maletero, en una especie de cajón similar al que equipa Ford Puma.
Todo es retro excepto los motores, que sólo serán eléctricos
La gama mecánica del Renault 4 E-Tech solo estará formada por propulsores eléctricos, una decisión lógica si se mira hacia el futuro, pero algo más polémica si se analiza el presente. Lo cierto es que Renault no está planteando estos nuevos modelos para tener ninguna versión de combustión, pero seguro que obtendrían buenos datos de ventas si ofrecieran propulsores híbridos. Sea como fuere, el 4 E-Tech llega con un motor de 120 CV asociado a una batería de 40 kWh de capacidad y con otro de 150 CV que obtiene la energía de una batería de 52 kWh.
Todo ello hace que la autonomía del Renault 4 E-Tech sea de unos 300 kilómetros en el caso de la primera versión –con una potencia de carga máxima de 80 kW– y de unos 400 kilómetros en la segunda –que aumenta la potencia de carga hasta los 100 kW–. Todo ello, una apuesta decidida por los modelos retro que empezó con el 5 E-Tech y continúa ahora con el 4 E-Tech, pero que no se detendrá (previsiblemente) hasta el año 2026 con la llegada del Twingo E-Tech, también eléctrico y cuyo precio debería ser inferior a los 20.000 euros.