¿Soy peor profesional si pienso a menudo en la prejubilación?
La consultora Alexandra Masó explica qué es el 'conatus' y cómo afrontar un cambio laboral como una jubilación
Tengo 55 años y trabajo en una gran multinacional. Últimamente me he sorprendido estando muy pendiente de que se abra un programa de prejubilaciones. ¿Es normal lo que me ocurre? ¿Soy peor profesional si ya pienso en dejar de trabajar?
Jaume, Tarragona
Hay muchos factores que te llevan a este pensamiento, pero suponiendo que en el trabajo estás bien y que te ha sorprendido tu propia idea de jubilación anticipada, intuyo que lo que te ocurre se dice conatus, y aunque es normal y hasta necesario, puede ser incómodo. El conatus es la búsqueda del sentido de la vida, sentido que encontramos al sobrevivir y, en la medida en que seguimos vivos, buscamos estar cada vez mejor.
Tu situación seguramente está a medio camino del conatus: el trabajo te da lo suficiente para sobrevivir cómodamente, pero pincha cuando te das cuenta de que no podrás cumplir las expectativas profesionales de los próximos años, lo que te deja en una situación incómoda. Si te hubiera pasado hace diez años, seguramente pensarías en un cambio de trabajo, pero con las opciones de prejubilación de la empresa, ésta se ha convertido en la opción de cambio.
¡Cuidado! El peligro de cualquier cambio es no pensar demasiado bien en el después de ese cambio. Dependiendo de lo que signifique para ti “dejar de trabajar” será un pensamiento más o menos profesional. Una actitud profesional implica pensamiento crítico, capacidad de resolver problemas, adaptarse a las situaciones y actuar con integridad y honestidad. Así, si para ti dejar de trabajar significa poner fin a la vida que has llevado hasta ahora y empezar una nueva sin saber exactamente cuál será, sería como dejar de trabajar con la idea de crear un negocio pero sin saber cuál: una temeridad y nada profesional.
Para evitar sentir que estás traicionando el buen nombre de la profesionalidad, piensa en cuál será tu aportación después de la prejubilación. Por suerte, las jubilaciones hoy en día ya no son sólo el premio de la sociedad por su aportación, sino también una nueva vida; incluso en marketing, a los jubilados se les conoce como "la nueva juventud". Así pues, hasta hace poco, sólo a los niños les preguntábamos "¿qué quieres ser de mayor?" Ahora, en cambio, debemos añadir “¿qué quieres ser de jubilado?”