De profesión, enólogo, sumiller o experto en enoturismo: ¿te quieres dedicar al mundo del vino?
En toda Cataluña brota con fuerza la oferta formativa para quien se quiere profesionalizar en oficios vinculados al mundo vitivinícola: desde el enoturismo hasta el sector de la enología, que es la ciencia, la técnica y el arte de elaborar vino.
Un curso de especialización para ser sumiller profesional; un ciclo superior de guía, información y asistencia turística centrado en enoturismo; o un ciclo de grado medio de vinos. Son tres de las formaciones vinculadas al vino que se ofrecen actualmente en toda Cataluña. En los últimos años, las necesidades de profesionalización del sector y el estallido del interés por el mundo vitivinícola se han traducido en un incremento de propuestas formativas. Los hay de todo tipo: desde ciclos formativos -que son imprescindibles para formar a los técnicos de base- hasta grados universitarios, de donde salen los enólogos que dirigirán el futuro de las explotaciones agrarias y bodegas del país.
Una de las primeras universidades en apostar fue la Universidad Rovira i Virgili. "Fuimos pioneros en introducir la enseñanza de la viticultura y la enología en el entorno universitario y creamos másteres de especialización, como el Máster de Innovación en Enoturismo, que coordinamos desde la universidad", explica a este diario Joan-Miquel Canals, ex decano de la Facultad de Enología de la URV. La propia universidad también ofrece programas de doctorado en enología y viticultura. "Formamos a los profesores de enología del futuro", resume.
Formación en el territorio
Pero, aparte de la URV, hay varios centros en Cataluña que abren la puerta a formarse para trabajar en el sector. Uno de los ejemplos con más años de trayectoria es la Escuela Agraria de Viticultura y Enología Mercè Rossell i Domènech, en Sant Sadurní d'Anoia. Se fundó en 1987 y ya ha formado a más de 3.500 profesionales. "Cuando se creó, fue un gran impulso para la profesionalización del sector vitivinícola", recuerda Joan Solé, director de la escuela. Con el paso del tiempo han visto cómo el sector ha ido creciendo y cómo también ha aumentado la demanda de profesionales cualificados. "En la escuela siempre hemos tenido una demanda de alumnos elevada, tanto por la formación profesional reglada como por la formación continua y las jornadas de transferencia", añade el equipo directivo del centro.
Desde la década de 1980, la formación vitivinícola también ha evolucionado mucho. "Se ha ido tecnificando y especializando mucho, con la aplicación de nuevas herramientas en bodegas, nuevas maneras de vinificar, nuevos sistemas de producción de la viña de manera más sostenible y saludable...", enumera Solé. Por eso, cada año la escuela actualiza la oferta de cursos teniendo en cuenta las necesidades del sector. Hoy, en su catálogo existe desde un ciclo formativo de grado superior en viticultura hasta otro de marketing y publicidad enfocado a la enología.
Otro centro de donde salen profesionales del vino es la Escuela de Vitivinicultura de la Cataluña Central (ESVICC), ubicada en Artés. Es una de las iniciativas más recientes. Se creó en 2021 y actualmente ofrece un grado medio de aceites de oliva y vinos y un grado superior en vitivinicultura. "La escuela ha nacido con el objetivo de poder ofrecer unos estudios profesionalizadores relacionados con uno de los sectores más potentes y arraigados en el territorio, el viñedo", explica el equipo de coordinación. Para ellos, el vitivinícola es un sector en el que, para entrar a trabajar, cada vez se pide un perfil profesional más técnico y formación académica.
Un sector de oportunidades
Todos los centros corroboran que cada vez hay más demanda para cursar formaciones relacionadas con el vino. Ahora bien, existe un sector de actividad que aún va con más fuerza: el enoturismo. Desde 2015, Vilafranca del Penedès acoge la Escuela de Enoturismo de Cataluña, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Vilafranca con la voluntad de profesionalizar el sector del enoturismo en el país. "Cuando pusimos en marcha el proyecto, las necesidades formativas que percibía el sector dentro del enoturismo eran prácticamente inexistentes", recuerda Gerard Domingo, el director del centro.
Ahora esto ha cambiado. "En los últimos diez años hemos visto un crecimiento y una evolución de diferentes modelos de enoturismo que han convertido a Cataluña en uno de los polos de atracción más interesantes en el ámbito internacional, gracias a la riqueza vitivinícola, la diversidad y un rico patrimonio histórico , cultural y gastronómico", apunta. En ese contexto, los profesionales de esta disciplina van muy buscados. "Quienes se forman tienen muchas oportunidades laborales", asegura. Actualmente, el centro cuenta con estudiantes que se inician con el ciclo formativo de grado superior de guía enoturístico, que incluye mil horas de prácticas remuneradas. También ofrecen cursos de sumiller profesional y formación continua y sectorial para trabajadores que quieren actualizarse: "La Escuela de Enoturismo gestiona más ofertas de trabajo especializada que nunca, con un índice de inserción laboral muy alto".