Prueba del SsangYong Torres, una despedida fantástica para un nuevo inicio

El título de este artículo tiene dos partes, una muy evidente y otra que puede generar algo más de confusión. La primera, que hace referencia a la prueba del SsangYong Torres, no debería requerir ningún tipo de aclaración. La segunda, en cambio, sí puede no entenderse fácilmente sin explicar su contexto previo. ¿Qué significa que este coche representa una despedida fantástica para un nuevo inicio? Pues que el Torres es el último modelo de SsangYong como fabricante de vehículos con esta denominación, ya que a partir de ese mismo 2024 la marca coreana pasará a denominarse KGM.

Este cambio de nombre se debe a la adquisición de SsangYong por parte del conglomerado de empresas KG Mobility, lo que ha llevado a tener que cambiar la denominación comercial de los vehículos que se vendan a partir de ahora. Es decir, que el nuevo Tívoli se llamará KGM Tívoli, el Korando será KGM Korando... y así sucesivamente. Pues bien, el Torres es el último modelo de SsangYong como tal, puesto que la versión eléctrica que llegará este mismo verano ya tendrá como nombre KGM Torres EVX. Sea como fuere, hoy todavía podemos decir que estamos haciendo la prueba del SsangYong Torres, así que tratamos de averiguar por qué este coche es ideal para despedir el nombre que todos conocemos.

Diseño exterior

Lo primero que sorprende del SsangYong Torres es que el logotipo de la marca apenas aparece en ninguna parte fuera del vehículo. De hecho, es normal si tenemos en cuenta lo que acabamos de contar. Así, sólo lo encontramos en las llantas, de entre 17 y 20 pulgadas, pero tanto en el frontal como en la parte trasera el protagonismo es para el nombre del modelo. Y puesto que hablamos del frontal, ¿no le recuerda el diseño de una marca muy popular en el mundo de los 4x4? En efecto, la estética delantera del nuevo Torres se asemeja a la de los míticos modelos de Jeep, especialmente gracias a las molduras verticales de la parrilla frontal (aunque en este caso hay seis y la marca americana pone siete ).

Más allá de este detalle, también son completamente nuevas las ópticas LED, con un diseño afilado y compacto, el parachoques con molduras laterales muy verticales y las protecciones plásticas de la parte inferior. Mención especial merece también el capó, muy vertical y plano para incrementar la sensación de robustez. Por lo que respecta al lateral, aquí los pasos de rueda acabados en plástico negro con formas asimétricas son protagonistas, junto con las líneas rectas que presentan las ventanas y la moldura decorativa situada en el pilar C.

Todo ello fluye hacia una parte trasera donde la marca coreana también ha apostado por parecerse al diseño de cualquier todoterreno mediante una protuberancia que recuerda la clásica rueda de repuesto de los 4x4. Por cierto, un detalle curioso de la puerta del maletero es que, aunque la manija esté situada en la parte derecha, la puerta se abre hacia arriba. Por último, conviene destacar la estética de los pilotos LED (con una forma interior que toma como referencia la bandera de Corea del Sur) y la protección plástica del parachoques, que sigue el mismo patrón de diseño que en la parte delantera.

Diseño interior

En las últimas pruebas que hemos hecho en modelos de SsangYong, como el Rexton o la pick-up Musso Sports, siempre hemos visto que el interior tenía una disposición general de los mandos buena pero en muchos casos una calidad justita y un sistema de infoentretenimiento insuficiente. El fabricante coreano ha tratado de resolver todos estos problemas con el Torres, y el caso es que ha salido bien. Ahora no sólo el tacto de los plásticos es bueno y abundan las superficies blandas, sino que las pantallas toman bastante protagonismo.

La de la instrumentación digital es de 12,3 pulgadas y está situada en formato muy apaisado, con lo que consigue que el salpicadero sea muy diáfano. Las otras dos están situadas en la consola central y llegan en forma de monitor de 9 pulgadas en la parte superior para controlar las funciones del sistema multimedia y de infoentretenimiento (con conexión con Android Auto y Apple CarPlay pero sin navegador en ninguna versión) y de pantalla de 8 pulgadas en la parte inferior para controlar la climatización.

De esta manera, la calidad percibida del habitáculo del SsangYong Torres ha mejorado bastante, pero, por el contrario, algunas decisiones no me acaban de hacer el peso. Por ejemplo, no me convence de que todas las funciones del climatizador deban manipularse mediante una pantalla táctil, como tampoco me gusta que los modos de conducción se seleccionen a través de la pantalla. Y lo que personalmente no encuentro demasiado práctico es que el volante sea casi cuadrado, pero en este sentido mi opinión es especialmente subjetiva.

Si nos centramos en la habitabilidad, con una longitud de 4,70 metros es de prever que este coche vaya muy sobrado de espacio en todos los asientos. En efecto, en las plazas delanteras todo el mundo puede viajar cómodo, al igual que en las traseras gracias a que el túnel central es muy poco invasivo y que la anchura permite que puedan viajar cinco ocupantes sin demasiados problemas. Eso sí, este quinto pasajero sufrirá un respaldo mucho más duro que el del resto de asientos.

El maletero del SsangYong Torres ofrece nada menos que 599 litros de capacidad, una cifra realmente sorprendente y que se puede ampliar hasta los 1.622 si abatimos los asientos traseros. Sus formas son bastante regulares y permiten cargar objetos con facilidad, pero hay que tener presente que en las versiones con tracción 4x4 o las que utilicen GLP ven reducida esta capacidad hasta los 463 litros.

MOTOR

Como es cada vez más habitual en muchos fabricantes, el SsangYong Torres sólo puede elegirse asociado a una única motorización. Se trata de un motor gasolina de 1,5 litros que desarrolla una potencia de 163 CV y ​​un par de 280 Nm, lo que le permite homologar un consumo de 7,9 litros cada 100 km en el caso de la versión con tracción delantera y de 9,1 en la de tracción total. Nosotros hemos tenido la ocasión de probar el modelo 4x2, que no gasta tanto como el otro, pero que a pesar de todo se ha situado por encima de los 8 litros casi en todo momento.

Y como si circulamos habitualmente por ciudad esta cifra puede llegar a los 10 litros, la marca ofrece la posibilidad de adaptar el Torres para utilizar gas licuado del petróleo (GLP). De esta forma el consumo no es que baje, sino que sencillamente el precio del combustible es inferior al de la gasolina y de esta manera no nos hará tanto daño el bolsillo cuando tengamos que pasar por la gasolinera. Eso sí, debe tenerse presente que esta conversión a GLP tiene un precio de 2.750 euros, pero a cambio obtenemos la etiqueta ECO de la DGT.

DINAMISMO

No, el SsangYong Torres no destaca por ser el SUV con mejor comportamiento dinámico del mercado, pero tampoco lo pretende. Y tampoco se posiciona como el modelo que tenga el motor más enérgico o frugal, pero a cambio resulta muy noble y cómodo. A la hora de afrontar un viaje por carretera o autopista es ideal para realizar cientos de kilómetros sin que los ocupantes se cansen, mientras que por ciudad es ágil a pesar de su tamaño. De hecho, en entornos urbanos un elemento que nos ayuda a circular cómodamente con el Torres es la dirección, que está muy asistida y nos permite mover el volante sin hacer apenas esfuerzo.

Esta particularidad hace que en tramos revirados no se transmita ninguna información entre el conductor y las ruedas, pero, de nuevo, esto no es lo que se pretende con este coche. En cuanto al cambio de marchas, se trata de una caja automática de seis velocidades con levas al volante que nos permite realizar una conducción dinámica si nos lo proponemos, ya que el funcionamiento no es tan lento como se podría esperar en un coche así .

Por último, un aspecto dinámico positivo y uno negativo. Lo positivo es que el peso total del conjunto es de tan sólo 1.603 kilos, una cifra realmente buena que nos permite obtener una agilidad asombrosa en cualquier circunstancia. Lo negativo es que el motor se muestra un poco perezoso y carente de empuje por debajo de las 2.000 o 2.500 revoluciones, lo que nos obliga a jugar constantemente con el cambio de marchas, a reducir relaciones si queremos potencia y, por tanto. .a aumentar el consumo.

Conclusión

El último modelo de SsangYong bajo este nombre es un SUV familiar muy espacioso, con un diseño atractivo y con personalidad y un equipamiento bastante completo. Quizás no sea el mejor de su segmento en el ámbito dinámico ni ofrecerá los consumos más bajos, pero puede tener etiqueta ECO, resulta comodísimo a la hora de viajar y además tiene un precio bastante razonable. Está disponible desde 34.000 euros según anuncia el configurador de la marca (31.000 con descuentos), pero el precio de nuestro modelo, automático con el acabado Life, es de 39.000 euros.