Puntos de vista
Las cosas se pueden hacer bien, mal, a medias o directamente pueden dejarse sin hacer. El resultado, en las cuatro opciones, tiene unas consecuencias que te pueden afectar o no. Y si te afectan, lo harán según tus creencias, expectativas, aspiraciones, tu experiencia y tu carácter. Por eso, dependen totalmente del punto de vista desde donde se observen. Como cuando dos personas miran el número seis y una lo hace al revés: para ella siempre será uno nueve. Las cosas dependen de la realidad de cada uno y, por tanto, hay tantas realidades como personas hay en el mundo, aunque podamos pensar que sólo hay una. Complejo, ¿verdad?
Hace semanas que me pregunto, como seguramente muchos de vosotros, por qué ha pasado lo que ha pasado en Valencia. ¿Hay culpables? ¿Quién debe responsabilizarse? ¿Quién hace tiempo dejó de hacer algo que ha tenido efectos devastadores por los vecinos y vecinas de los municipios afectados? ¿Por qué debemos esperar a una tragedia para poner remedio cuando ya llegamos tarde? Y ante todo, la respuesta social admirable y emocionante. Pero quien tenía que hacer cosas, y lo digo con una palabra genérica para que podáis atribuir lo que crea más oportuno, no lo hizo bien, lo dejó a medias o directamente no lo hizo. Y todo esto, no sólo sirve para el paso de una DANA y la tragedia que le ha acompañado, sirve para todo en la vida. En el fondo no somos el centro de nada, ni de nadie e importamos bastante poco. Pero como todo, éste sólo es mi punto de vista.