Sentimiento de culpa por (todavía) tener sentimiento de culpa

Lo confesaré. Tengo sentimiento de culpa por tener aún sentimiento de culpa. Un poco. Como autora de la columna de La peor madre del mundo me inventé un lema para matar el sentimiento de culpa: la perfección mata y el humor salva vidas. BK_SLT_LNA~ Me lo noto cuando tengo algo importante con los hijos y lo primero que me viene a la cabeza es un pensamiento perverso: "Lo de la madurez se te está yendo de las manos, demasiado viscalavidaviscalavida". O cuando hago balance de mi vida sentimental y el cerebro reptiliano ataca: "Al final tendrán razón que con ese carácter nadie te querrá, tanto viscalavidaviscalavida y quizás te revises" .O cuando pienso en mi profesión: "Deberías estar haciendo esto y aquello y no lo que haces y lo que estás planificando, ingenua, que eres una ingenua, deja el viscalavidaviscalavida y toca con los pies en el suelo, coi". Y podría continuar así hasta el infinito. Porque lo que quiero explicar es que la culpa, por mucho que me la haya trabajado , actúa como un automatismo. Como una primera respuesta antigua y primitiva ante cualquier problema. durante demasiado tiempo. Y dentro de mi madre y de mi abuela y mi anciana. sentían y deseaban. Y encima vivían en un entorno donde la religión católica y la culpa tenían un papel muy bestia. dentro? Lo hemos mamado. Y como ellas sentimos una presión externa e interna para ser de una determinada manera. y que en el trabajo rendimos como el que más, si puede ser también con docilidad. Y al mismo tiempo debemos esforzarnos el doble para conseguir lo que queremos. la autoexigencia por cumplir y por hacerlo todo bien. Y la culpa por no conseguirlo... Por no ser dóciles. tengo cincuenta y cinco años. Y la edad, que asusta a tanta gente, es en realidad un superpoder que ofrece madurez y experiencia. Ahora sé que la culpa sólo es eso: un tic, un automatismo mental, una presencia a la que he querido bautizar con un nombre cómico para dejarle claro que ya no le compro el discurso. Mi culpa se llama Mery Drama Y cuando aparece me lo digo: "Ya está aquí Mery Drama". Me la miro con ternura, dejo que haga unos cuantos rasguños, llantos y lamentos y lo envío a dormir. Y también lo observo con compasión. Porque sé que en muy buena parte la culpa no es mía. vivían de manera dolorosa. Y que yo pueda hacerlo diferente hace que pueda decir sin culpa alguna: "¡Viva la vida!"