Así son los ateneos cooperativos: el modelo de éxito que impulsa la ESS en los territorios
La Red de Ateneos Cooperativos agrupa a catorce espacios que, desde hace casi diez años, hacen crecer la economía social y solidaria en Cataluña con un objetivo: avanzar hacia una sociedad más justa, colectiva y autoorganizada.
En Barcelona, la productora cooperativa Responsabilidad Social Audiovisual (CREARSA) o la librería La Carbonera, en Poble-sec. En el Camp de Tarragona, la cooperativa de músicos Contrapunt. En el Alt Pirineu y Aran, un buen puñado de cooperativas agroalimentarias. En Cataluña son cientos los proyectos que, en un momento u otro, han aprovechado los servicios que ofrecen los ateneos cooperativos. Son oficinas de acompañamiento pero también centros de dinamización económica, espacios de encuentro y laboratorios de ideas. Desde 2016, actúan como antenas locales de un modelo socioeconómico que busca fortalecer la economía arraigada en el territorio, con proyectos colectivos, democráticos y con vocación transformadora. El próximo año hará diez que este programa se puso en marcha con el apoyo del Departamento de Empresa y Trabajo. En este tiempo ha generado un incremento del 45% en el número de cooperativas registradas en Cataluña, tal y como se desprende del Registro de Cooperativas de Cataluña.
"Los ateneos hemos contribuido a hacer crecer los ecosistemas de la economía social y solidaria (ESS) en nuestros territorios", defiende Jordi Torrents, coordinador de Coopsetania, que actúa en las comarcas del Alt Penedès, Baix Penedès, Anoia y Garraf. "Somos un dispositivo de referencia que ofrece formación, acompañamiento y enlaces con otros proyectos, administraciones y servicios del territorio", añade. La función de estas estructuras va mucho más allá del asesoramiento inicial: las entidades acompañadas pueden continuar vinculadas al ateneo a través de recursos de consolidación, mercado social y espacios de intercooperación sectorial.
El trabajo, en red
Desde hace unos años, la labor de los ateneos se articula también a través de la Red de Ateneos Cooperativos (XAC), que agrupa a los catorce dispositivos territoriales y más de 300 entidades impulsoras. Es un proyecto público-cooperativo único a nivel europeo que actúa como palanca para la promoción de nuevas cooperativas, la consolidación de proyectos colectivos y la articulación territorial de una economía transformadora y democrática. El proyecto ha demostrado que se pueden desarrollar políticas públicas desde la proximidad, poniendo en el centro los conocimientos y las necesidades de cada territorio.
"Los ateneos cooperativos y la XAC tenemos la misión de construir un modelo socioeconómico basado en los principios del cooperativismo y en la colectividad autoorganizada para garantizar una sociedad justa, solidaria y de personas libres", exponen desde la XAC. Lo hacen con el objetivo general de dinamizar y crear relaciones socioeconómicas colectivas, democráticas, justas y solidarias para los territorios de referencia, contribuir al fortalecimiento y crecimiento de la actividad económica así como a la creación de puestos de trabajo de calidad. Es un movimiento consolidado y bien vertebrado: en la última plenaria anual, celebrada en Granollers, por ejemplo, se reunieron más de 200 representantes del mundo cooperativo. Presentaron las líneas estratégicas del nuevo plan trienal, con especial énfasis en la coconstrucción de políticas públicas y el despliegue de proyectos de vivienda colaborativa.
Del Pirineo al Penedès
La singularidad del modelo radica en que cada ateneo actúa dentro de un territorio concreto. Esto hace que pueda adaptarse a las características y dinámicas locales de cada zona. En territorios rurales como el Pirineo, el impacto del programa se ha hecho notar en sectores como el agroalimentario, la madera o los cuidados. "Nuestro territorio es de microempresas y proyectos pequeños", explica Mireia Ribas Monfort, técnica del Ateneo Cooperativo del Alt Pirineu y Aran (ACAPA). "El ateneo les da acompañamiento técnico y también les ayuda a conectarse entre ellos: esto genera oportunidades reales de viabilidad", añade.
Uno de los objetivos centrales es promover formas de emprendimiento colectivo que permitan construir un proyecto de vida vinculado al territorio. "Los proyectos que nos llegan quieren trabajar en horizontalidad, priorizar la calidad de vida y tener impacto positivo en el entorno", resume Ribas. Esto se traduce en iniciativas que van desde grupos de consumo y obradores compartidos hasta cooperativas de servicios o vivienda.
En Barcelona, el ateneo cooperativo de referencia es Coòpolis, que agrupa a 19 entidades cooperativas y de la ESS de la ciudad. "Los proyectos de emprendimiento colectivo que llegan a Coòpolis son proyectos de creación o en fase de consolidación y maduración que necesitan un acompañamiento experto para la creación o consolidación de la cooperativa", concreta Cristina Moreno, presidenta de Coòpolis. Asimismo, explica que la gran mayoría de proyectos que les llegan tienen una sensibilidad concreta por una gestión empresarial centrada en las personas y en una participación directa y democrática.
En paralelo, Coopsetania acompaña a cerca de noventa proyectos al año en sus comarcas de influencia y ayudan a constituir una decena de cooperativas nuevas cada año. "Lo que hemos visto es que no existe un perfil único: hay grupos de jóvenes que quieren emprender juntos, pero también profesionales que quieren transformar la actividad que ya realizan, o personas que buscan alternativas a la precariedad", apunta Torrents, de Coopsetania.
Los retos pendientes
Ahora que el modelo de ateneos cooperativos está a punto de celebrar su décimo aniversario, ¿qué retos tiene por delante? "Aún hay mucha gente que no se plantea que acometer colectivamente puede ser más sostenible, más seguro y más enriquecedor", asegura Torrents. Desde Coopsetania, también reclaman que las administraciones avancen con mayor decisión en la estrategia de compra pública responsable, una herramienta clave para facilitar el acceso de las cooperativas a los contratos públicos. Asimismo, subrayan que es necesario consolidar el modelo de los ateneos como política pública estable, más allá de los ciclos de subvención.
La XAC hace un diagnóstico muy similar. En primer lugar, señala la necesidad de consolidarse como una política pública estable, no supeditada a coyunturas políticas o convocatorias anuales de subvención. "También es necesario reforzar la XAC como espacio de trabajo colaborativo y de calidad, con capacidad de acoger nuevas entidades, transferir conocimiento y ofrecer formación compartida", apunta el organismo. Hacer visible el trabajo que se hace –y la identidad propia de la red– es otra asignatura pendiente, al igual que conseguir una transversalización real de la economía social y solidaria dentro de la administración pública, más allá del departamento de Empresa i Treball.
Por último, desde el sector también se plantea la necesidad de extender la presencia de la ESS a todos los ámbitos de actividad económica. Si bien el impacto del cooperativismo es visible en áreas como la agroalimentación, los cuidados o la cultura, hay sectores estratégicos –como la industria o el turismo– donde todavía hay mucho recorrido por hacer. Para avanzar, será clave compartir estrategias con otros actores de la economía social y seguir generando alianzas en espacios de trabajo compartidos.
En un contexto de crecientes desigualdades y crisis ecosocial, los ateneos cooperativos reivindican la ESS como una apuesta viable y con resultados contrastados. De hecho, la evolución del número de cooperativas en los últimos años es una prueba de ello. "Hay que seguir visibilizando que tenemos un mercado social vivo, diverso y capaz de dar respuesta a las necesidades de las personas", dicen desde la XAC. Desde Coòpolis destacan el buen momento que vive el cooperativismo. "Actualmente, se dan las circunstancias idóneas para el impulso del cooperativismo: por un lado, el movimiento cooperativo y la ESS cuentan con una tendencia muy positiva, y por otro, el mismo movimiento cooperativo y las administraciones públicas han consolidado estructuras y programas para fortalecer la ESS en toda Cataluña, como por ejemplo el Bloc4BCN y la Xarxa con" Moreno, la presidenta del ateneo cooperativo de Barcelona.