En verano hace calor, pero esta ola no tiene precedentes

BarcelonaLas temperaturas de los últimos días han batido algunos récords, pero no ha habido ningún día en el que se haya pasado de los 45 grados como ocurrió el 18 de julio. La ola de calor actual no tendrá quizás una cifra concreta y absoluta que recordar, pero a la espera de estudios científicos de atribución al cambio climático que la pongan en contexto, un análisis más básico de los datos permite decir con rotundidad que es la ola de calor más extrema que hayamos vivido.

Persistencia de días con 40 grados

Una ola de calor por definición son por lo menos tres días de calor fuerte, pero un calor insistente tan fuerte como éste no se había dado nunca desde que hay registros. Muchas de las estaciones del Meteocat tienen apenas veinte o treinta años de datos, y el gran grueso de datos abiertos del Servei Meteorològic de Catalunya con el que trabajamos en el ARA aún tiene menos, sólo quince, pero las pocas series más largas de las que sí disponemos permiten decirlo con rotundidad.

En Lleida, por ejemplo, este jueves fue el quinto día consecutivo en el que la temperatura pasó de los 40 grados: con datos desde 1960 no había habido ninguna racha como ésta. A menudo se habla de los precedentes de 2003, 1982 y 1987. Pues bien, en la ola de calor de 1982 hubo sólo dos días seguidos con más de 40 grados, en 1987 uno, y en 2003 ni uno. Desde 2015 hasta ahora sí había habido varias rachas de tres y cuatro días seguidos. Algo similar ocurre en el caso del Observatorio del Ebro, con datos desde 1920. La estación de Roquetes ha encadenado cuatro días seguidos con más de 40 grados. Hasta ahora las rachas más largas eran de dos días, y todas recientes: agosto de 2018 y junio de 2019. Antes de 2018 nunca había habido dos días seguidos con 40 grados o más. En verano hace calor y lo ha hecho siempre, pero el calor que está haciendo últimamente es más fuerte que el de antes.

Récord para el conjunto de Cataluña

En los últimos años hemos tenido muchos picos y olas de calor fuerte, pero la media de temperatura para el conjunto de Catalunya que se dio este miércoles supera a todos estos precedentes. A partir de datos de casi 150 estaciones del Meteocat, el ARA ha calculado la temperatura media del país, que se situó el miércoles en 29,2 grados. Al menos en los últimos quince años no hay ningún día que supere ese valor. El 18 de julio ya había sido el día más caluroso en Cataluña de los últimos 15 años, el anterior precedente era el pico de calor fortísimo de finales de junio del 2019, que parecía difícil superar a corto plazo, pero que ahora ha quedado relegado . La ola de calor deja cuatro de los cinco días más calurosos de los últimos quince años. De los diez días más calurosos de los últimos 15 años en Catalunya 6 son de este año, y ninguno de antes del 2019. Si el 6 y 7 de julio de 1982 hubiera habido todas estas estaciones, seguramente el dato diario sería similar, pero es poco probable, visto los datos de series largas, que fuera más alta.

Noches insoportables

Un argumento que circula estos días por las redes sociales a raíz del récord de temperatura mínima del Fabra de Barcelona es: si el récord anterior era de 1923, es que esto antes ya ocurría. Este miércoles en el Tibidabo no se bajó de 29,4 grados, la temperatura mínima más alta jamás anotada en este observatorio del Tibidabo. El anterior récord era de 28,8 °C y fechaba efectivamente del 8 de agosto de 1923, según los observadores del Fabra. Es cierto que a menudo muchas series de datos parten de los años 60 o 70, y que éstas fueron décadas frías, pero la comparación de las noches de mal dormir de los años 30 o 40 del Fabra con la actualidad no ofrece tampoco demasiadas dudas. Si contamos los días en que la temperatura mínima ha sido marcadamente alta en el Fabra (más de 23 °C), de entonces y de ahora, se puede ver que de media entonces se llegó a medias de cinco noches difíciles de dormir por año –en los últimos años son el doble.

¿Por qué tenemos el recuerdo de que el anterior verano fue peor?

No hay duda de que este año está teniendo más situaciones de calor extremo que ningún otro de los años recientes, pero el pasado verano tuvo una característica que le hizo especialmente duro: las temperaturas no extremas, pero sí altas, duraron muchísimo, tanto durante el verano propiamente como desde mayo y junio y hasta otoño. Las treguas, a diferencia de este año, fueron escasas, por lo que tenemos la sensación real de que el pasado verano fue muy duro pese a no haber los récords de este año. Así lo reflejan los datos de superaciones de 35 y 40 grados en Catalunya. Este año ha habido muchas temperaturas de más de 40 grados en Cataluña, más que nunca, pero, en cambio, a 24 de agosto había habido bastantes más temperaturas de más de 35 grados el año pasado que éste. El verano empezó mucho antes.

No cabe duda de que el calentamiento global está aquí, y en los últimos años estamos notando su aceleración de forma más clara y evidente de lo que quizás muchos imaginábamos.