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Vestir o no a los Trump: esa es la cuestión

Jared Kushner e Ivanka Trump, durante el Liberty Inaugural Ball en Washington, después de que Donald Trump asumiera el cargo como 47 presidente de Estados Unidos.
28/01/2025
4 min
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Ahora mismo es como si el mundo estuviera en pleno juego de las sillas, en el que se baila hasta que la música para en seco y hay que sentarse deprisa para evitar quedarse fuera de la partida. Pero, como en la serie deEl juego del calamar, lo que antes era una diversión infantil ahora ha perdido toda inocencia, ya que el encargado de parar la música es Donald Trump y lo que está en juego es la estabilidad mundial. Todos los grandes tecnooligarcas ya se han asegurado una silla, y ahora está por ver en el resto de sectores, como el de la moda, quién luchará por el asiento o quien se arriesgará a no bailar al sonido de Trump. Unos posicionamientos que, a raíz de los actos de toma de posesión, han quedado bastante evidenciados con muchas firmas de moda, a través del gesto nada baladí de vestir (o no) a la familia Trump.

El pasado lunes los Trump, al más puro estilo familia Roy de la serie Sucesión, no escatimaron recursos a la hora de escenificar la idea de poder, en la que la indumentaria tuvo un protagonismo destacado. Si bien los hombres no renunciaron al convencional traje sastre, las mujeres sí exprimieron al máximo la semántica de la indumentaria como herramienta de posicionamiento político, con dos figuras claramente protagonistas: Melania e Ivanka. Pese al acartonamiento estético que caracteriza a las dos mujeres, cada una representó una cara diferente de la moneda. La primera, con un look que le tapaba los ojos y le acercaba al personaje de Darth Vader de Star Wars, encarnaba la vertiente más severa, fría y vengativa de Trump, a diferencia de Ivanka, que interpretó la esquina más aparentemente amable.

Melania y Donald Trump el día de la toma de posesión de Trump

Queda claro que la hija de Donald Trump marca distancia estética respecto al horterismo fanfarrón de su madre Ivana. Especialmente desde la primera presidencia de Donald Trump, Ivanka ha apostado por un lujo silencioso que la reviste de mayor credibilidad profesional, porque pensamos en ella como empresaria más que como en la modelo que fue. Para ello, ha hecho uso de unos referentes estéticos escogidos a conciencia, como Audrey Hepburn, una de las actrices más unánimemente queridas de Hollywood.

En este caso, Ivanka lució en el Liberty Ball del lunes 20 una recreación literal del vestido que la actriz llevaba en el filme Sabrina (1954). Bernard Arnault, el tercer hombre más rico del mundo y el gran magnate del mundo del lujo y la moda, le ofreció esta recreación del histórico vestido de Givenchy, una marca englobada dentro del grupo que preside (LVMH), algo que posicionaba a buena parte de las casas de moda europeas junto a Donald Trump.

Ivanka Trump con el traje de inspiración Audrey Hepburn

Ivanka también tira de influencia monárquica para crear su imagen, como la de la reina Grace de Mónaco, a quien le copió un diseño deAtrapa a un ladrón (1958) para la boda de su hermana Tiffany en 2022. Pero si hay una royal con quien establece conexiones estilísticas constantes, ésta es Kate Middleton. Sin ir más lejos, el traje chaqueta de Dior verde esmeralda inspirado en uno de 1950 que lució en el acto de investidura es casi idéntico al que llevaba Middleton en el 2012, y el abrigo rojo con lazada al cuello para el servicio religioso del martes 21 es también lo mismo que Kate llevaba al concierto prenavideño en la abadía de Westminster el 2021.

Ivanka Trump en una misa en la Catedral Nacional de Washington, un día después de la inauguración del presidente Donald Trump
Ivanka Trump y Elon Musk, CEO de Tesla y propietario de X, durante la cena a la luz de las velas organizada por el presidente electo Donald Trump en el National Building Museum.

Oscar de la Renta es una de las firmas que más han vestido Ivanka Trump, como en la cena inaugural en el National Building Museum de Washington del domingo 19. La misma casa de moda presumía de haberle confeccionado este modelo personalizado, recubierto de bordados artesanales de cristales y perlas. Algo que ha despertado fuertes críticas en las redes sociales, donde algunos seguidores han llamado al boicot de la marca por vestir no solo a Ivanka sino también a Usha Vance, esposa del vicepresidente.

En contraposición a esta postura, Willy Chavarria, uno de los talentos más interesantes y prometedores de la moda estadounidense, ha debutado en la Semana de la Moda Masculina de París con un desfile que ha integrado como sonido de fondo el sermón de la obispo Mariann Edgar Budde que tanto indignó a Trump. Así pues, es de esperar que el juego de las sillas finalice para saber qué culos se han sentado y cuáles se han quedado sin silla.

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