Coche eléctrico

Clase G eléctrico, el gran fracaso comercial de Mercedes-Benz

Mercedes sólo vende 1.450 modelos de la versión eléctrica del Clase G en todo el mundo desde su lanzamiento y pone en entredicho la hoja de ruta de electrificación de la marca

04/06/2025

El Mecedes-Benz Clase G eléctrico debía ser el todoterreno de lujo del futuro de la marca de la estrella, la conversión ecológica y sostenible de un auténtico dinosaurio que lleva vigente al mercado (sin grandes cambios estéticos) desde el año 1978. El Clase G siempre ha sido un todo terreno de la antigua escuela, un modelo duro, robusto y potente que los principales competidores de Mercedes como Volvo, Pors el auténtico orgullo de la marca establecida en Stuttgart.

En 2020, Mercedes decidió presentar la versión eléctrica de su todoterreno estrella, que debía conquistar el segmento de los 4x4 eléctricos de lujo manteniendo la estética del modelo original y su apuesta por el lujo. como explica el diario alemán Handelsblatt. Conviene apuntar que en el mismo período de tiempo, Mercedes ha vendido un total de 9.700 unidades del mismo modelo con motor de combustión de gasolina, casi siete veces más que las ventas de la versión eléctrica a pesar de los esfuerzos comerciales de la marca.

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Según apunta el medio alemán, miembros de la dirección de Mercedes reconocieron que el Clase G eléctrico fue "un fracaso absoluto". La razón es que la demanda de estos modelos eléctricos ha sido mucho menor de la prevista por Mercedes: a modo de ejemplo basta con explicar que la marca sólo ha vendido 58 unidades del Clase G eléctrico en el principal mercado del mundo, China, durante todo el año 2024, y que no ha sido capaz de vender ni una sola unidad del modelo de cero emisiones a los Estados.

Entre las causas del fracaso comercial del Clase G eléctrico de 587 CV de potencia no cabe destacar el precio (163.757 euros), ya que es muy similar al de los modelos de acceso con motor de combustión de 449 CV y ​​es casi 60.000 euros más económico que el modelo AMG G63 con motor gasolina V8 ( 585 CV, algo por debajo de la potencia del modelo eléctrico.

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Mercedes-Benz creía que la versión eléctrica del Clase G se vendería mejor que la de gasolina, ya que, en definitiva, ¿quién no quiere un modelo más potente, más barato y más ecológico? La respuesta pasa por el perfil de los clientes de estos todoterrenos de lujo, poco o nada interesados ​​en movilidad eléctrica, y de forma significativa, en el hecho de presentar una autonomía eléctrica real de poco más de 350 kilómetros, un factor diferencial en un modelo que, a pesar de sus habilidades fuera del asfalto, a menudo se utiliza como coche para realizar viaje.

Llueve sobre mojado

El caso del Clase G eléctrico no es una excepción dentro del grupo Daimler, matriz de Mercedes Benz. Sin ir más lejos, su berlina eléctrica de representación, llamada EQS, no alcanza las cifras de ventas ni el prestigio de los Clase S con motores de combustión, que siguen siendo los favoritos de los clientes de este segmento.

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El gran obstáculo financiero y comercial originado por el Clase G eléctrico y por el EQS en las cuentas ha hecho que Mercedes se plantee de nuevo la hoja de ruta para la electrificación de su gama, especialmente en cuanto a modelos todocamino y todoterreno. De entrada, el fracaso comercial de los últimos modelos eléctricos ha hecho que la marca haya decidido introducir de nuevo modelos con motores de combustión en su gama de futuro en el resto de segmentos. Esto pone en cuestión la complicada situación del director ejecutivo de la empresa, Ola Källenius, a quien muchos accionistas consideran que no está a la altura de su predecesor, Dieter Zetsche.