Industria

El presidente de Mercedes cree que los fabricantes de automóviles europeos están al borde del colapso

Ola Källenius, CEO del grupo Mercedes-Benz, advierte a las autoridades de la UE para repensar la fecha de caducidad de los coches de combustión

BarcelonaEl director general de Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha criticado duramente los objetivos y las prohibiciones que la Unión Europea (UE) ha establecido para los coches de combustión. El ejecutivo alemán criticó la hoja de ruta de la administración de la UE en una entrevista con el periódico. Handelsblatt, donde señala que la industria automovilística europea, uno de los pilares del sector secundario en el Viejo Continente, "está a punto de estrellarse contra un muro" debido a los objetivos y exigencias impuestos por la UE en el proceso de transición hacia los vehículos eléctricos.

Källenius defiende una revisión crítica de los objetivos y la hoja de ruta establecidos por las administraciones europeas, que prevén la prohibición total de la venta de coches de combustión en Europa a partir de 2035. El CEO de Mercedes-Benz se compromete a generar espacios de diálogo entre los principales fabricantes de automóviles y las distintas administraciones para replantear los plazos y objetivos de la descarbonización.

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Ola Källenius es también el actual presidente de ACEA, la asociación que agrupa a los principales fabricantes europeos de automóviles. Källenius cree que los fabricantes deben "avanzar hacia una descarbonización total de los automóviles, pero debe hacerse de forma tecnológicamente neutral y sin perder de vista los criterios económicos". Y lo cierto es que las ventas de vehículos totalmente eléctricos han crecido de forma muy tímida durante el primer semestre del año en el mercado europeo en su conjunto, y aún están lejos de los ambiciosos objetivos fijados para 2020. Muchos fabricantes han invertido millones en el desarrollo de nuevas plataformas y mecánicas para coches eléctricos, pero las cifras de ventas aún no empiezan a despegar, lo que genera pérdidas a corto y medio plazo y dificultades para amortizar las unidades fabricadas.

Källenius también recuerda que la industria automovilística europea atraviesa "un período de fuertes tormentas y dificultades" y que la fabricación de automóviles en Europa "es más difícil que nunca", en referencia a la complicada situación industrial y financiera de muchos de los grandes fabricantes europeos.