Renault avanza hacia la electrificación total de Alpine
La marca deportiva francesa ya tiene tres modelos eléctricos en su cartera de producto
Cuando Luca de Meo aceptó la oferta para dirigir el grupo Renault en 2020 tenía muy claro cuál debía ser el movimiento a Alpine, la filial de alto rendimiento de la marca, con un historial de servicio casi legendario con el A110 original. Luca de Meo apostó por repetir la misma jugada que había hecho con Abarth cuando trabajaba en el grupo Fiat y con Cupra cuando era el máximo responsable de Seat: independizar la filial de alto rendimiento, diferenciar su producto y darle un valor añadido superior que justifique el incremento de precio final y el aumento del margen comercial por cada unidad vendida.
El primer paso fue la resurrección del legendario A110, ahora en un formato moderno y manteniendo el respeto por su estética original, la apuesta por el dinamismo y la agilidad al volante. El producto resultante fue excelente, y convenció de forma clara tanto a críticos como a aficionados, pero la hoja de ruta de Luca de Meo era mucho más ambiciosa para conformarse con el éxito de un solo modelo. De hecho, la decisión de bautizar al equipo de Renault de Fórmula 1 con el nombre de Alpine (renunciando a un nombre de escudería mítica con varios campeonatos del mundo) dejaba claro cuál era el posicionamiento de Alpine dentro del grupo.
Alpine no podía ser una marca asociada a un solo modelo, por lo que se invirtieron muchos millones de euros en desarrollar dos nuevos modelos llamados A290 y A390, que a diferencia del primer modelo son totalmente eléctricos. El A290 es la versión deportiva y vitaminada del Renault R5, un pequeño deportivo de menos de cuatro metros de largo y 220 CV de potencia con un precio de venta en torno a los 38.000 euros (descuentos y ayudas institucionales al margen).
El A390, por su parte, es un todocamino eléctrico de corte familiar gracias a sus 4,6 metros de largo y 1,53 de alto que le permiten disponer de un maletero de 532 litros de capacidad con un precio de venta que parte en torno a los 59.000 euros. Este SUV deportivo de cero emisiones tiene dos niveles de potencia y equipamiento llamado A390 GT y A390 GTS con 400 y 470 CV de potencia respectivamente y autonomías superiores a los 520 kilómetros.
A110 eléctrico
El siguiente paso de Alpine es desarrollar un A110 totalmente eléctrico, manteniendo la apuesta por la agilidad y ligereza. El propio Luca de Meo reconoció en una entrevista con AutoExpress que "los primeros coches eléctricos han sido como lavadoras: algo feos y sin grandes emociones", una realidad que quiere dar la vuelta con el futuro A110 eléctrico. De hecho, el grupo Renault ha creado una nueva plataforma específica para modelos deportivos y potentes estrenada por el nuevo A110, "una opción irracional", tal y como reconocía el propio Luca de Meo.
El objetivo del italiano es "fabricar un coche eléctrico más ligero que uno de combustión" a partir de la arquitectura electrónica del modelo mediante el posicionamiento de los motores eléctricos integrados en las ruedas, lo que permite rebajar el centro de gravedad del coche y mantener el peso bajo control. El futuro A110 eléctrico tendrá una versión con dos motores eléctricos (uno sobre cada rueda trasera) y una versión con tracción integral que mantendrá los dos motores traseros de la versión de acceso, pero introduciendo un tercer motor que alimentará el eje delantero, más pequeño y ligero que los traseros.
El principal problema para el futuro A110 será la autonomía, ya que utilizar baterías de gran capacidad como el A390 de hasta 89 kWh permitiría obtener autonomías de más de 550 o 600 kilómetros pero añadiría peso a un conjunto que no debe superar, en ningún caso, la tonelada y media. Sólo el tiempo dirá si el futuro A110 eléctrico puede igualar o mejorar el rendimiento y las sensaciones del actual modelo de gasolina, un coche que ha sido capaz de afianzar, una vez más, la apuesta y la visión comercial de Luca de Meo.