Su abuelo

El nieto de Josep Lluís Ortega Monasterio, autor, como es sabido, de la habaneraMi abuelo, considera "una victoria" que en la cantada de Calella de Palafrugell del sábado el público terminara, como un solo hombre, gorjeando la popular canción. Koldo Ortega Monasterio, que así se llama, ha anunciado una querella contra los autores del documentalMuros de silencio, de TV3, en el que se insinuaba que el compositor estaba "relacionado" con una red de explotación sexual de menores. Dice que esto "es absolutamente falso y manipulado" y que la inocencia de su abuelo "ya fue acreditada judicialmente, pero no se ha respetado". Así pues, el debate de la separación entre obra y autor de momento no es necesario, pero, por supuesto, es inevitable.

Toda la pérdida de prudencia y la tremenda ligereza que nos regala la vida moderna –entendamos, como tal, la comunicación a través de las redes– se ponen de manifiesto sobre todo en el derecho que nos tomamos (un derecho individual, autoayudante, que creemos merecer) de reescribir la historia según nos dicte no el cerebro. ¿La "causa" es noble, por genérica? Esto lo soporta todo. Exigir "a los españoles" que pidan perdón por el genocidio colombino, querer derrocar a la estatua de Antonio López, eliminar Mi abuelo, poner el pie en el cuello de Woody Allen es muy terapéutico y empoderador para según quien, porque no tiene riesgo. ¿Y si no es cierto? ¿Y si no es el del todo cierto? No hay espacio para ningún matiz o duda, no es necesario. Nos conmueve la Guerra Civil porque "ya ha pasado" y la hemos pintado de los colores –unos colores reales, en cualquier caso– que más nos sientan. La guerra de Gaza, ahora mismo, es otra cosa, porque está pasando. Hablamos de derribar estatuas o silenciar canciones, por el pecado original que dicen llevar. ¿Dónde nos detenemos? Las pirámides de Egipto fueron hechas con sangre de esclavos. No banalizo ninguno de los crímenes que mencionaba más arriba, porque son crímenes. Pero me cuesta entender la facilidad y la unanimidad de las condenas cuando las denuncias se han echado de un juzgado.