Leemos en el AHORA que Rosalía, Madonna, Johnny Depp, Kate Moss y Jenna Ortega (esta no sé quién es) se han "dejado ver" (la expresión me encanta) en la Semana de la Moda de París. En la foto que ilustraba la noticia había algunas de estas famosidades, con vestidos preciosos y bolsos indolentemente abandonados en el suelo por los que daría la vida (de ustedes). Me gusta mucho la gente que se viste para las ocasiones. Para cenar, para pasear, hacer deporte, desnudarse, ir a la oficina oa clase. A veces, vestirse para una ocasión es lo más bonito de la ocasión. Hace poco fui con una persona que quiero mucho a Andorra. Nos probamos todos los pantalones posibles. Fue un día tan bonito y alegre que quizá le recordaré el día que me muera.
El otro día el deportista Aitana Bonmatí recibió el Balón de Oro. La fue a buscar con un vestido, precioso, que le quedaba precioso, de lentejuelas, de un color que era como llevar el Hayedo de Jordán al cuerpo. Y era de una diseñadora catalana. Elegir el traje de esta diseñadora, Marta Martí, no es sólo un acto de buen gusto. Como siempre ocurre con la buena elección, es también un acto radicalmente cultural. La ropa es cultura. Y en estos momentos de la vida, cuando hay tiendas que venden toallas desechables (sí, lo juro), lucir un vestido como éste me demuestra lo que ya sabía. Los bonos en lo suyo suelen ser inteligentes.
