Los auténticos supervivientes que Telecinco esconde
El jueves por la noche descubrimos que en las playas de Cayos Cochinos hay una población autóctona que está silenciada y sufre las consecuencias de los programas de telerrealidadde Telecinco. Jorge Javier Vázquez arrancaba el programa advirtiendo a la audiencia de que no podrían llevar a cabo las pruebas y juegos con los concursantes: "Desgraciadamente, y por motivos ajenos a nosotros, nos vemos obligados a alterar el programa que teníamos previsto debido a un problema de una de las comunidades autóctonas con las autoridades locales. Nuestra playa de juegos se ha visto alterada. Por supuesto, respetamos su derecho a expresarse de la manera que consideren, y por ello en este momento no sabemos si vamos a poder realizar los juegos previstos. Deseamos que a lo largo de la noche la situación se pueda resolver. Este es el espíritu de 'Supervivientes', superarse ante la adversidad", sentenciaba, con la respuesta del aplauso efusivo del público del plató.
El presentador se refería a los garífunas. Tienen una lengua propia, el garinagu, y son un grupo étnico de América Central y el Caribe, surgido de la mezcla de población amerindia arawak y caribeña con afroamericanos que resistieron a la colonización y a la esclavitud. Ahora esta comunidad de Cayos Cochinos tiene que resistir otra invasión: la de los programas de telerrealidad televisivos de todo el mundo que utilizan su reserva natural. El programa no mostró imágenes de los garífunas ni de su protesta, que requirió la aparición de la policía local, pero se acabaron filtrando a través de las redes. Da risa cómo Jorge Javier Vázquez relataba las circunstancias. Las consideraba un problema de las comunidades autóctonas con sus autoridades locales, como si su programa no pintara nada en el conflicto. Y consideraba que esta gente había alterado lo que llamaba "nuestra playa". En todo caso, la playa es de los garífunas y los que la han alterado son los programas de televisión. Cayos Cochinos tiene la segunda barrera de coral más importante del mundo, destaca por una diversidad de flora y fauna que se tiene que proteger y las constantes ocupaciones de estos programas afectan al espacio natural.
Seguramente, en la próxima edición el conflicto se habrá tapado, pero es interesante descubrir estas dinámicas de invasión y maltrato de los espacios naturales promovidos por grandes grupos de comunicación. Las reivindicaciones lógicas de los garífunas revelan un contexto humano, cultural, histórico, social, político y económico en un territorio que la televisión borra. Hace décadas que el pueblo garífuna lucha por su supervivencia, sufriendo espolios de territorio, la pérdida del idioma y la cultura promovidos por el propio estado de Honduras. En el relato televisivo, Cayos Cochinos aparenta ser una zona desierta en la que los concursantes tiene que sobrevivir, alejados de cualquier civilización. Un espacio natural que, en este caso concreto, se han apropiado las televisiones de todo el mundo para su ocio más idiota.