El viticultor le envía la botella de vino, como regalo de Navidad, alinfluencer joven, porque el otro día lo mencionó en uno tiktok. Al periodista maduro le envía una postal con unas cepas nevadas, porque aún le espera en la presentación del nuevo vino que sacó, La Vaca Cega. Entonces elinfluencer, para que se vea que tiene influence, hace otro post en TikTok, vestido de Papá Noel, y con el vino en la mano. Le da las gracias por el magnífico regalo.
Entonces el periodista maduro, enfadado porque el muchachito éste, que de vino no sabe ni un borrón (no como él), ha recibido una botella y él sólo una postal, llama al viticultor y le dice que ya lo ha visto, lo deinfluencer y la botella. El viticultor, entonces, para que no se le enoje, le envía una mágnum y le dice que perdone, que le había pasado por alto. Entonces, el periodista maduro, complacido, hace un post de Instagram donde dice: "Algunos regalos que te hacen los buenos amigos". Y muestra la botella.
La periodista de tendencias, que lo ve, envía un mensaje al viticultor. “Ostras, ¿a mí la botella pequeña y al momio éste la mágnum, cuando resulta que yo te he sacado en la tele?”, dice. Y a continuación el emoticono de la cara que llora. El viticultor, entonces, le dice a la periodista de tendencias que, con motivo de las fiestas, la pensaba invitar a comer al japonés de moda, donde no faltarán grandes vinos.
La periodista de tendencias hace un directo de Instagram desde el japonés de moda (y aprovecha para decirle al cocinero que le sacará en una revista de aviación en la que colabora) donde explica la suerte que tiene de ser invitada por grandes amigos que hacen grandes vinos. El periodista maduro y elinfluencer enseguida le envían mensajes ofendidos al viticultor, y el viticultor les promete que les destapará muchas botellas de añadas antiguas en la bodega. "Yo con más gente, no", dice el 'influencer. "A mí, solo o nada", dice el periodista maduro.
El viticultor los cita, pues, en días diferentes. Contesta los mensajes de todos los influencers y periodistas de todo tipo ya todos les promete botellas, almuerzos en el japonés de moda y catas verticales. A continuación llama a la gestora. "Hagamos suspensión de pagos", le dice.