Cambiar de pasaporte o de gobierno
Como dijo el añorado Eduard Punset, llega un momento en el que "las neuronas están fritas". Estamos a final de curso político y ya no hay forma de recalentar una idea sin carbonizarla. Este lunes Feijóo nos ha dedicado las palabras de siempre pero pasadas por la sartén –"No es necesario cambiar de pasaporte, es necesario cambiar de gobierno. Más que nunca, Catalunya es España"–, que nos llevan a la conclusión de que el PP quizás no hace falta que cambie de líder, pero sí de escritor de discursos del líder.
Mal día para desaconsejar el cambio de pasaporte y fiarlo todo a un cambio de gobierno. Justo a la hora en que Feijóo recitaba esa oda a la patria, una avería de Adif en la Estació de Sants dejaba a Catalunya sin servicio de ninguna de las líneas de Cercanías ni de Regionales (excepto la R8), que, de hecho, ya vendría a ser como lo que pasa cada día pero nivel experto. Como diría Feijóo, no es necesario dar siempre la culpa a Renfe, es necesario recordar que también está Adif.
Igualmente, a la misma hora, y no muy lejos de Sants, unos técnicos venidos de Aragón empezaban a tomar medidas de las pinturas que próximamente serán expoliadas al MNAC, que las salvó y conservó durante cerca de noventa años, y que serán trasladadas a Sixena, allí donde las quemaron con entusiasmo. Las sacan del MNAC porque Catalunya es España pero, a ver, no es necesario exagerar, es necesario elegir el ejemplo pertinente: Catalunya es España a la hora de pagar (y callar).
Y teniendo en cuenta la campaña del PP contra el catalán en la Unión Europea, y los problemas del PSOE con el sistema de financiación, a ver, señor Feijóo, ¿cómo era eso?: "No es necesario cambiar de pasaporte, es necesario cambiar de gobierno". Hum, dígale al escritor de discursos que esta tortilla huele a quemado.