Cortarse las venas

Joan Tardà decía, el otro día, que ir a una repetición electoral fuera “para cortarse las venas”, y creo que tiene razón. Sobre todo porque si lo haces una vez quiere decir que puedes hacerlo –hay que hacerlo– otra vez, si el resultado es similar y, ir yendo, que quien día pasa año empuja. ¿Qué harán, si llega el día gozoso de la convocatoria electoral, los partidos? ¿Una campaña igual? ¿Aprovecharán los carteles de los candidatos (excepto Esquerra)? Una repetición electoral, en estos momentos, no le hace ilusión ni a la madrina de Carrizosa. Que no tarden mucho en ponerse de acuerdo. Ya lo entendemos, escuchen, que el Hard Rock ahora ya no será el luciferiano “macroproyecto que fomenta la ludopatía”, como se dijo.

La única solución futura que me parece que podemos tener es la de la “segunda vuelta”. Si hay un candidato, dos candidatos, que han obtenido más votos que otros, los votantes de partidos minoritarios tienen la oportunidad, en esta segunda vuelta, de decidir entre estos candidatos. Claro que esto hace perder cuota a los pequeños, pero es mejor esto que ir al bazar a comprar gilets, siguiendo la profecía de Tardà. Salvador Illa ha ganado las elecciones. Puede gobernar en minoría si los indepes lo facilitan. Entonces, sus votos pueden sernos útiles a los ciudadanos para obtener cosas muy urgentes que necesitamos. Los independentistas catalanes, al estilo de los vascos, deberían conseguir el blindaje de la lengua y una financiación justa, teniendo en cuenta que aquí la vida es muy cara, pero los impuestos que pagamos, las cuotas de autónomos, las pensiones , son iguales en todo el Estado. Dirá que esto es “pescado en el cielo”. Sí. Mejor pescado al cuerno que que te vayan dando pececillo.

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