El cuarto día

Abi Enrech, una de las mejores cómicas y personas que conozco, propietaria y alma de la librería La Llama, especializada en humor, tiene un monólogo maravilloso sobre los preppers. Este término es el nombre que se da a personas individuales o grupos que se preparan para cualquier tipo de emergencia. Se forman en primeros auxilios y en autodefensa y almacenan productos que, en caso de cualquier ataque, les permitan sobrevivir. En su monólogo, Abi hace un curso exprés de cómo ser prepper y, sobre todo, nos alerta de lo que supone un lastre. Y el peor lastre somos las personas. "¡Sois lastre!", grita Abi, algo que nunca hace fuera del escenario.Somos lastre, efectivamente, porque la mayoría no vivimos con la previsión de que el mundo puede colapsar en cualquier momento y tenemos un stock relativo de productos básicos. Yo, por ejemplo, sería medianamente prepper en cuanto a despensa, porque entro en pánico si me quedo sin azúcar, arroz, café o pañuelos de papel. O papel de váter y chocolate. O agua con gas. No sigo, que me delato. Pero estamos de acuerdo en que, aparte de la gente más despreocupadamente feliz y la más tristemente pobre, quien más quien menos tiene un stock confesable.
La UE acaba de proponer, ante las amenazas bélicas, climáticas y pandémicas, que todos los hogares europeos tengan un kit de emergencia por sobrevivir tres días sin ayuda externa. El cuarto día vendrán a rescatarnos. O a matarnos. O el término medio. La comisaria europea de Preparación y Gestión de Crisis e Igualdad, Hadja Lahbib, ha hecho un vídeo paródico sobre lo que lleva en el bolso para mostrarnos qué necesitamos poner en el nuestro kit de emergencia. Agua, alimentos, botiquín, velas, cargadores de baterías, radio... La intención de la UE haciendo este vídeo era no alarmar a la población y quitar hierro a tanta amenaza, pero, en realidad, se están riendo de nosotros por partida doble: primero porque es imposible no asustar a la ciudadanía si pides que se preparen para una posible catástrofe, y después porque de esta manera te crees que justificas toda la compra de armamento para la seguridad y bla, bla, bla. Y encima tienes que oír al exjefe de la diplomacia europea, el desinfectador patrio Josep Borrell, diciendo que los europeos tienen que recuperar la "mentalidad de guerrero" perdida. Lo veo poniéndose la armadura y en primera línea de fuego. No.
La amenaza es básicamente bélica. Como dice Abi, el lastre somos las personas. Si necesitamos este kit es porque hay otras personas, y nosotros mismos como humanidad, que generamos situaciones para que se den estas emergencias. ¿Y qué van a hacer las personas con las personas que no tengan el kit? ¿Qué haremos con las que siempre esperan que tú organices los encuentros y compres el regalo? Es evidente que mucha gente no tendrá este kit pero si existe la necesidad real de utilizarlo, se aprovechará de quien haya hecho la previsión. Es el problema de los preppers, que pueden acabar siendo suministradores involuntarios de los lastres que los rodean. Por no hablar de la caducidad del kit. ¿Cuántos kits caducados tendremos que acumular? Puede pasar que consumamos cosas del kit porque estamos en contra del derroche, y que justamente cuando lo hagamos se cumplan todas estas amenazas terribles. Entonces, ¿qué será más catástrofe, la catástrofe en sí misma, haber consumido parte del kit antes de tiempo o ir acumulando kits? ¿Y por qué en el kit de emergencia no han puesto ninguna botella de cava para celebrar que has sobrevivido los tres días... y el cuarto la UE proveerá?
Pase lo que pase, hemos añadido una nueva necesidad a nuestra vida. Y otra angustia. Pero nos sentimos mucho más protegidos.