Disturbios y guerras: la manipulación más verde
La distorsión informativa sobre conflictos es una actividad altamente ecológica: hay imágenes que se van aprovechando aquí y allá, auténtica oda al reaprovechamiento. Te las encuentras hasta la sopa y sus protagonistas son como de la familia, aunque un día ilustren una noticia falsa sobre Ucrania y, al día siguiente, la enésima mentira sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Estos días circula el siguiente mensaje en las redes sociales: “Marlaska ya ha ordenado a la policía cargar en la calle Ferraz. Han abierto la cabeza a mi abuela socialista desde hace 50 años que nos ha acompañado esta noche diciendo que Sánchez está vendiendo a España a los independentistas. Pagarás por eso, Perro Sánchez”. La foto mostraba a una pobre señora con sangre en la cabeza, en el abrigo y en el suelo de la escalera donde se sentaba. Pero se trataba de una imagen correspondiente a la entrada de la Policía Nacional en el colegio Freire del barrio de Roquetes de Barcelona, el 1 de octubre de 2017. Es bastante cínico, por parte de los ultras, aprovechar una imagen que recoge una violencia siempre negada por estos angelitos. Otra de las bolas que se han diseminado es un montaje xenófobo que pretende demostrar cómo la policía ataca a los manifestantes de Ferraz, mientras huye de los inmigrantes a Barcelona. Pero el segundo vídeo es, en realidad, de las protestas que hubo en el barrio del Gamonal, en Burgos, cuando se instauraron medidas restrictivas para el cóvido, en el 2020.
Ya que –por algún motivo que se me' escapa– la xenofobia y el antiecologismo van de la manita, estaría bien pedir a quienes dirigen estas operaciones desinformativas algo de coherencia y que dejen de reciclar de forma tan obsesiva. Supongo que, pese a que se trate de manipulaciones groseras, hacen su efecto y, aunque sea durante los minutos en que alguien las deja en evidencia, han cumplido su misión.