Fondos europeos: el primer gran reto del próximo Govern

La carrera por los fondos europeos ya está en marcha. La Generalitat se ha apresurado a presentar candidatura con una primera lista de proyectos, creada a partir de una comisión de expertos. Todos los gobiernos autonómicos aspiran a situar sus apuestas en primera línea de las preferencias del Estado. Su voz será escuchada, pero la decisión final está en manos de la Moncloa, que tiene que llevar su propuesta a la Comisión Europea antes del 30 de abril. En las grandes cuestiones y los grandes momentos, el centralismo siempre saca la cabeza. La carrera, de hecho, consiste en convencer a Madrid y a Bruselas, por este orden. Serán uno y otro, en primera y segunda instancia, los que decidirán donde va a parar el dinero asignado al estado español, un máximo de 140.000 millones de euros, entro ayudas directas y créditos.

La carrera tiene una doble vertiente, porque es a la vez técnica y política. En el primer terreno, los proyectos tienen que estar muy fundamentados, es decir, tienen que tener tanto viabilidad económica –aparte del dinero europeo, una parte relevante para sacar adelante cada apuesta empresarial tiene que salir del sector privado y del sector público– como solvencia técnica y cumplir con las líneas estratégicas europeas. Más allá de que cada proyecto se tenga que ajustar al máximo a las bases de las ayudas, que ponen el énfasis en la economía verde y la digitalización, además de la cohesión territorial y la igualdad de género, la solvencia técnica se demuestra con el arraigo del tejido empresarial, la concreción de su desarrollo, la capacidad innovadora y la proyección de futuro. La Comisión Europea busca un salto de modelo hacia una nueva economía que aporte valor añadido y se base en el conocimiento. Es lo que se ha bautizado como NextGen (next generation). En el caso de la economía catalana, es una oportunidad para superar la dependencia de un turismo de bajo coste y, en general, de un sector servicios omnipresente. Es decir, para fortalecer una industria basada en la investigación y en la salud. Si realmente se quiere aprovechar esta carrera y salir reforzados, hace falta que todos los agentes económicos (empresas, patronales, sindicatos, mundo de la investigación y administraciones) entiendan que esto va de verdad y que hay que colaborar. El tren de los fondos europeos solo pasará una vez. Y visto cómo se ha disparado el paro este enero y las dramáticas cifras de paro juvenil, es vital ponerse manos a la obra.

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La carrera, sin embargo, también es política. Y también, de nuevo en este caso, resulta imperativa una actuación responsable que aparque partidismos cortoplacistas y piense y actúe con inteligencia colaborativa. Se tiene que enfocar la captación de fondos europeos pensando en el conjunto de la economía catalana a diez o veinte años vista, con apuestas estratégicas y de máximo consenso. El Govern tiene que ejercer su liderazgo buscando, como ha hecho en este primer paso, el apoyo de expertos independientes y, a partir de aquí, trabajando para sumar amplios apoyos políticos que le permitan negociar con autoridad en Madrid y hacer un trabajo de presión eficaz en Bruselas. Conseguir el máximo de estos fondos será el primer gran reto del próximo gobierno de la Generalitat.