Cuando el independentismo no frena a la derecha española
La victoria del PSC es la del triunfo del voto útil. Si, en definitiva, cualquier elección formula una pregunta a los electores, la pregunta que la mayoría de votantes catalanes acabaron contestándose fue cuál era la mejor manera de frenar al PP y Vox y la respuesta fue votar socialista. El PSC ha vuelto a ofrenar nuevas glorias al PSOE y Salvador Illa ha dado un paso más en dirección a la Generalitat. Al Gobierno de Pere Aragonès se le complica la navegación.
En Esquerra ya contaban, con el perjuicio que les causaría su voto dual, porque al estar situada en el centro del tablero, tiene frontera con casi todo el mundo, y pueden consolarse pensando que los votos que han perdido no han ido a Junts o la CUP, pero su nave y su nave. que lo es el naufragio del conjunto del independentismo. Que en un momento de ataque a la lengua catalana como el que están perpetrando PP y Vox, que en un tiempo en que el gobierno español no dialoga, espía y se infiltra, miles de votantes independentistas o se hayan quedado en casa o hayan votado a PSC y En Comú Podem, indica hasta qué punto el voto a los partidos independentistas no se percibió como mucho. Se lo dije el sábado: la discordia permanente, la incapacidad de hacer operativa la mayoría absoluta independentista en el Parlament, han acabado por amargar y avergonzar a mucha gente que les dio confianza en los momentos vitales del Proceso. Y ahora lo pagan por separado y en su conjunto, como movimiento político. Como decía Batet, Catalunya ya no es un problema.
Elon Musk anunció ayer que se cargaba el pajarito como logotipo de Twitter y que ponía una x. En la casilla de la estrategia, ayer el independentismo también cambió la estrella por una x.