¿Cuántas muertes civiles más costará la guerra de Putin?

No hay que hacerse muchas ilusiones. La paz todavía está lejos. Lo que ahora sabemos es que se ha abierto una pequeña rendija: un primer borrador de acuerdo en medio de una guerra cruenta que continúa provocando muertes, entre las cuales muchas son de civiles. El documento que ahora mismo está sobre la mesa en las conversaciones entre las delegaciones ucraniana y rusa tiene como elementos principales la petición de Rusia de una futura neutralidad militar de Ucrania –que incluiría renunciar a entrar en la OTAN y a tener bases militares o recibir armamento extranjero, y reducir sus fuerzas armadas– y el reconocimiento de Crimea y el Donbás como territorios rusos. A cambio, habría alto el fuego y retirada de las tropas de Putin. Ucrania, por su parte, aceptaría olvidarse de ingresar en la OTAN, pero reclama garantías reales de seguridad y no ve aceptables las renuncias territoriales. A pesar del borrador, pues, el acuerdo no pasa de ser, de momento, una complicada posibilidad.

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Debido a las dificultades de la invasión, que avanza muy lentamente, y la necesidad de buscar vías para mitigar el impacto de las sanciones económicas internacionales, con las conversaciones Putin simplemente podría estar especulando para ganar tiempo. De hecho, podría ser igualmente interpretado en este sentido el hecho de que también este miércoles se haya producido un primer contacto de alto nivel entre Washington y Moscú: la llamada entre Jake Sullivan, consejero de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, y su homólogo ruso, Nikolái Pátrushev. Una aproximación que a la vez buscaría contrarrestar la emotiva intervención del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, frente al Congreso estadounidense, seguida del anuncio de un nuevo paquete millonario de ayuda militar de EE.UU. a Ucrania, realizado por el propio presidente Joe Biden, según el cual, sin embargo, la confrontación será larga y Putin es "un criminal de guerra". Ahora bien, sobre la reiterada petición de Zelenski de aplicar la exclusión aérea en el cielo ucraniano, lo que podría ser decisivo en términos militares y para el ahorro de vidas civiles, de momento las potencias occidentales responden con un clamoroso silencio a causa del riesgo de confrontación global y de reacción nuclear de Putin.

Todas las guerras terminan finalmente en una mesa de negociación. La cuestión es saber cuántos muertos más va a costar esta, porque, mientras las conversaciones se llevan a cabo, las bombas siguen cayendo en las ciudades y pueblos ucranianos. Por el momento, el último balance de víctimas civiles verificadas por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en los 20 primeros días de la invasión asciende a 726 fallecidos –con al menos 104 mujeres y 52 criaturas– y a 1.174 heridos. Pero la propia ONU advierte de que la cifra real puede ser mucho mayor, porque no se han podido documentar muertes en zonas como, por ejemplo, la ciudad Mariúpol, donde el asedio infernal que está sufriendo la población ha tenido este miércoles otro episodio dramático con el ataque ruso a un teatro donde había 1.200 refugiados, mientras al mismo tiempo, en la capital, el ejército invasor provocaba 10 muertos en una cola del pan. El drama provocado por Putin no se detiene.