El muñeco de Junqueras

Leo en el ARA que "el muñeco que se colgó con la cara de Oriol Junqueras de un puente de Sant Vicenç dels Horts con las siglas de ERC pintadas en la barriga y un mensaje en castellano en el que se podía leer « Junqueras pudrete en prisión»", era también un ataque de falsa bandera de ERC, como los carteles del Alzheimer. Ahora sabemos –gracias a la investigación del ARA– lo que costaron estos carteles y qué cobraron los diversos trabajadores que los engancharon. Aún no sabemos qué cobraron los del muñeco. Y aquí quiero ir.

Si el muñeco hubiera sido obra de un espontáneo, yo no diría nada, pero sabiendo que fue encargado, y pagado, quisiera saber qué costó. Lo digo porque si el precio de fabricación pasa de un euro, es una estafa. Es el trabajo manual más feo que he visto nunca en mi vida. Mírenlo, por favor. Se ve que representa a Junqueras. Tiene piernas, no puede negarse, pero no tiene pies. Al final de lo que sería, digamos, los tobillos, el artista o artistas hicieron un nudo, e ir yendo. Los brazos (una especie de butifarrones desgarbados) tampoco acaban, como se esperaría, con unas manos, aunque fueran, como se suele, unos guantes. No, no. Hay otros dos nudos. Estos supuestos brazos, además, nacen a la altura de lo que sería el cuello del modelo. Digamos que el muñeco de Junqueras tiene las axilas en las orejas. Salvo, claro, que estos supuestos brazos quieran representar, en realidad, dos tirabuzones de rastafari. Allí donde se supone que está la cabeza, y debido al realismo, engancharon (como Nuestro Señor les dio a entender) una fotocopia de la cara del interfecto. No gastaron mucho, porque es muy pequeña. El supuesto Junqueras tiene una cabeza del tamaño de una pelotita de tenis. Ya se nota que con el relleno también hicieron corto. La barriga hacia arriba no hay prácticamente.

Me interesa particularmente saber si el autor o autores del trabajo han estudiado por proyectos, y si el muñeco es también producto de un proyecto puesto en común, entre todos y todas.