Ni en Trump ni en Orriols: no obedecerás de antemano

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado en varias ocasiones que se propone firmar una orden ejecutiva para iniciar el proceso de eliminación del departamento de Educació. Esta acción forma parte de la estrategia liderada por Elon Musk para reducir la burocracia y la administración pública federal, y que considera a los servidores públicos "parásitos" del estado. Esta situación ha creado un sentimiento de incertidumbre, miedo e inestabilidad enorme entre los trabajadores. Muchos de ellos ya han sido despedidos con un simple correo electrónico que les notifica de un día para otro que no hace falta que vuelvan al trabajo.

Suprimiendo el departamento de Educación, Trump estaría también reduciendo al máximo la financiación de las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que priorizan la igualdad de oportunidades. En un país como Estados Unidos –donde la educación está descentralizada y principalmente gestionada por los estados y distritos escolares locales–, la función principal del departamento de Educación federal es garantizar la equidad educativa y establecer políticas para la igualdad de oportunidades, con programas educativos que velan de forma especial por los alumnos de familias en situación de pobreza o con necesidades especiales. El departamento apoya y financia a 7,5 millones de estudiantes de EE.UU. con discapacidad, a los que ofrece servicios de educación especial; apoya con 26 millones a escuelas con niños que viven en la pobreza; y supervisa los préstamos y becas federales para estudiantes universitarios. Otro frente de ataque del gobierno Trump son las iniciativas que promueven una educación en valores de respeto a la diversidad y la diferencia. A los miles de despidos de empleados públicos se le añaden bajas temporales forzosas para trabajadores que hayan recibido formación sobre la atención a la diversidad en las escuelas. Y es que se han realizado recortes de hasta 600 millones de dólares en subvenciones para organizaciones que forman profesores en temas vinculados a la diversidad, la equidad, la inclusión, el racismo o la justicia social en general.

Cargando
No hay anuncios

Al clima de terror y confusión se añade la sospecha y la delación desde que el pasado 27 de febrero el propio departamento de Educación lanzó en su portal público la iniciativa EndDEI, donde padres, estudiantes o profesores pueden presentar denuncias contra una escuela o un distrito por prácticas "sospechosas" de favorecer la DEI y financiadas con fondos públicos. La amenaza y el miedo se extienden. Pero también se multiplican formas de resistencia.

En medio de este ataque a los valores de justicia y democracia es más importante que nunca comprender cómo avanzan los regímenes autoritarios para hacerle frente. En su libro Sobre la tiranía: Veinte lecciones que debemos aprender del siglo XX, el historiador Timothy Snyder alerta sobre los modos sutiles con los que las democracias se pueden erosionar y hace la lista de las formas posibles de combatirlo y resistir a él. ¿Cuál es la primera lección? "No obedezcas de antemano". Sobre todo evita adaptarte a nuevas realidades autoritarias incluso antes de que se impongan por la fuerza. Esta lección de un siglo XX marcada por los totalitarismos nazi y soviético resuena hoy con mucha fuerza tanto en los ciudadanos americanos como cerca de casa. Otra forma de decir que no debemos obedecer por adelantado es: "Resiste desde el principio". La resistencia y la esperanza son la respuesta de las asociaciones de maestros en EE.UU., que se oponen activamente a las políticas trumpistas y proponen no ceder ningún espacio sin lucha. La resistencia legal a la política de la administración en las escuelas está aumentando. La Federación Americana de Profesores ha presentado una demanda por inconstitucionalidad ante los cambios en el departamento de Educación. Los funcionarios y organizaciones educativas se están uniendo con las organizaciones sin ánimo de lucro y los gobiernos locales para desafiar las órdenes ejecutivas y denunciar que violan la Constitución de EEUU.

Cargando
No hay anuncios

Lo que ocurre lejos resuena cerca: en Ripoll maestros, alumnos y padres hacen resistencia a las políticas que incitan el odio y niegan los valores fundamentales de la educación. El pasado martes la comunidad educativa del Instituto Abat Oliba de Ripoll, de forma ejemplar, se negó a acatar las órdenes de la alcaldesa Silvia Orriols, que había exigido que se retiraran dos fotografías de alumnos con velo islámico de una exposición de fotografías elaborada por 149 alumnos de 2º de ESO. La dirección del centro se negó. La brigada municipal, siguiendo órdenes de alcaldía, empapeló los cristales para que no pudiera verse la muestra, que ya estaba instalada en un espacio municipal, listo para ser inaugurada. El centro decidió desobedecer: realizaron una cadena humana con familias, vecinos y alumnado para trasladar las fotografías a un espacio cedido por un particular.

Lección número uno de resistencia: en democracia, la primera línea de defensa es –en vez de sentarte tranquilamente mientras alguien te quita los derechos– negarse siempre a renunciar a ellos por adelantado.

Cargando
No hay anuncios