Pedro Sampol, imprescindible
La actualidad furiosa no debería hacernos olvidar demasiado deprisa. En algunos casos, no debe hacernos olvidar nunca. El pasado domingo, una despedida multitudinaria en el cementerio de su Montuïri natal sirvió de reconocimiento a la admirable trayectoria política y social de Pere Sampol, fallecido el viernes a los 73 años. Sampol había sido uno de los protagonistas de la vida política de Mallorca y Baleares durante las últimas décadas, y en particular un referente imprescindible del mallorquinismo de izquierdas (o el nacionalismo de izquierdas en Mallorca, aunque particularmente nunca me ha gustado hablar de nacionalismo, como si el nacionalismo que debemos sufrir a diario no fuera el español). En cualquier caso, uno de los defensores más destacados que ha habido en estas Islas de unos ideales bien concretos y definidos: defensa de la lengua y cultura catalanas, defensa del medio ambiente y el territorio, lucha contra las desigualdades sociales. A partir de estos cimientos, Pedro Sampol fue capaz de construir un discurso progresista sólido, coherente e inclusivo, con los pies bien puestos sobre un conocimiento profundo de la realidad social mallorquina y la cabeza abierta al mundo.
Un discurso y también una práctica. Sampol fue el vicepresidente del primer Pacto de Progreso que gobernó Baleares, presidido por el socialista Francesc Antich, otro referente fallecido también hace pocos mesesOrador brillante, Sampol fue el primer senador en Madrid por el PSM, el Partido Socialista de Mallorca, la formación que él mismo creó junto con otros nombres fundamentales de la historia reciente de Mallorca, como Damià Pons o Mateu Morro. de gobierno, de gestión y de transformación social desde la calle y las instituciones. pedestre: si la Mallorca de los últimos cuarenta o cincuenta años no es la que quisiéramos, sin el PSM habría sido considerablemente peor.
A consecuencia de todo esto, Sampol es uno de los grandes nombres de la historia política reciente de los Països Catalans. Por eso es triste que, en el momento de su muerte, en Cataluña muchos no sepan quién fue, o lo conozcan sólo por aquel mem del¿APM? en que Sampol exclamaba, irritado, "Esto es se cuelmo!": el mem era ciertamente gracioso, pero su trasfondo era el de la lucha contra la corrupción sistémica de un PP siempre fácilmente desbocado. Lo es, el colmo, que tengamos tanto conocimiento de farsantes que llenan espacios en los medios y en las redes con discursos vacíos y tengamos, en cambio, tan poco, o nada, de nuestra realidad y de quien trabaja para cambiarla y mejorarla.