Las siete claves de la elegancia

Me llega un vídeo, de estos recomendados en el teléfono, que explica cuáles son las siete claves (ni seis, ni ocho) para ser una mujer elegante "según Carolina Herrera". Caram. Deben pensar ("ellos") que necesito. No he pasado de la primera, que dice que por ser una mujer elegante no debes querer aparentar ser más joven. Y eso incluye, alto las secas, no vestirse "con ropa demasiado juvenil". Es decir, "ni cazadoras de cuero, ni pantalones vaqueros desgarrados".

¿Por qué siete sueldos alguien piensa que llevar cazadoras de cuero y pantalones vaqueros desgarrados te "hace parecer más joven"? No soy una mujer elegante. Tampoco quiero serlo. Pero tampoco quiero "parecer más joven". Me gustan los pantalones vaqueros, es lo que más me gusta del mundo, y algunos de los que tengo –los tengo de cuando era semijoven– son desgarrados. La convención, hipócrita e insostenible, por supuesto, por la que unos pantalones vaqueros "se desgastan" o "se desgarran" viene de décadas atrás, de cuando Kurt Cobain estaba vivo. Si los sigo poniendo, décadas después, es porque me siguen gustando y, sobre todo, porque me caben. Ningún joven que conozco se pondría mis cazadoras de cuero, porque justamente "hacen viejo".

Cargando
No hay anuncios

Me ha gustado siempre ver a Tina Turner con falda corta. ¿Qué ocurre? Y me gusta ver a mujeres "no jóvenes" con melenas largas, una actitud hoy aceptada, pero que, no hace mucho, no estaba bien vista. Me gusta ver a hombres con camisetas heavys, pecando de nostalgia en los conciertos. La elegancia es un peaje que no podemos permitirnos, que la vida es muy corta, y esta cazadora roñosa estará conmigo hasta que se caiga de vieja. Entonces me compraré otra.