Protagonista colateral

El abogado que interrogó a Felipe González y se ha enemistado con José Luis Ábalos

El veterano penalista José Aníbal Álvarez ha tenido que acompañar esta semana al exministro en el Supremo aunque éste había renunciado a sus servicios

19/10/2025

Madrid"¿Qué queréis que haga? Hay que defenderle hasta el último minuto". Así respondía el abogado José Aníbal Álvarez a sus compañeros de profesión ante la incómoda escena que se produjo este miércoles en el Tribunal Supremo. Aún siendo el letrado de José Luis Ábalos, la ruptura entre ellos era evidente. Dos días antes el exministro de Transportes había comunicado al alto tribunal que renunciaba a los servicios de Aníbal Álvarez por "diferencias irreconducibles". Sin embargo, el instructor del caso de presunta corrupción, Leopoldo Puente, consideró que la renuncia de última hora era una maniobra del investigado para evitar declarar y no la aceptó. Así pues, el abogado se vio obligado a acudir al Supremo aunque los puentes con su cliente estuvieran rotos.

Fue una clara demostración de que entraran al alto tribunal por separado y se marcharan en momentos y vehículos diferentes. "No soporta la mentira, sobre todo a nivel personal, y con el tipo de clientes que tiene puede llegar a chocar porque es complicado tratar de llevarlos con estos valores", reflexiona una fuente muy cercana a Aníbal Álvarez consultada por este diario. El ya exabogado de Ábalos, madrileño de 70 años y veterano penalista, está especializado en delitos económicos y corrupción. Fue el abogado del cerebro de una de las mayores tramas de corrupción urbanística del Estado, como es el caso Malaya de Marbella, que salpicó a la cantante Isabel Pantoja. Ahora bien, el caso que le ha hecho más conocido mediáticamente tiene relación con los GAL.

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Aníbal Álvarez defendió a varios comisarios de la Policía Nacional implicados en la guerra sucia del Estado contra ETA y consiguió que el expresidente socialista Felipe González declarara en 1998 como testigo en el juicio por el secuestro de Segundo Marey –un ciudadano francés- un ciudadano francés con un etarra–. "Es un abogado clásico. Muy leal. De una generación que valora mucho el honor, la palabra y las formas", remarca la misma fuente, que afirma que es "muy respetado" por jueces y fiscales. Justamente Puente salió en su defensa en el auto en el que rechazó las pretensiones de Ábalos. "Ha desarrollado su labor de forma objetivamente irreprochable", dijo el magistrado.

Condecorado varias veces por su ejercicio profesional, es alguien que "vive para el derecho y para el despacho" de abogados que fundó –Anibal & De Pablos–. En su equipo vaticinan que ejercerá "hasta su muerte", siguiendo la estela de quien fue su mentor, el abogado José María Stampa Braun, considerado una eminencia del derecho penal español.