El tribunal que ha juzgado a Trapero: de mayoría conservadora pero con un ponente marcadamente progresista

BarcelonaLos tres miembros del tribunal de la Audiencia Nacional que han juzgado al mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero, la intendente Teresa Laplana y los exresponsables de Interior Cèsar Puig y Pere Soler no son jueces a los que cueste ubicar ideológicamente. Los tres tienen en su expediente nombramientos a cargo de los partidos y algunas sentencias que hablan por ellos. Dos son conservadores y por lo tanto hacen que el tribunal sea de mayoría conservadora, pero esto no ha impedido que se haya decantado por la absolución. Solo un juez es considerado del sector progresista, pero ha sido el encargado de ser el ponente de la sentencia.

Concepción Espejel

A la presidenta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional se la ha considerado una de las jueces de cabecera del PP por sus vínculos, sobre todo, con la exministra y ex secretaria general de los populares María Dolores de Cospedal. De hecho, esta afinidad ideológica le comportó, en octubre de 2015, ser apartada del tribunal que juzgó el caso Gürtel sobre la financiación irregular del PP. El PSOE pidió apartarla por falta de imparcialidad y le dieron la razón. Espejel, entre 2008 y 2013, ya había sido miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta de los populares.

A pesar de que los vínculos con el PP le impidieron juzgar el caso Gürtel, no evitaron que, tiempo después, el 25 de mayo de 2017, fuera designada por el CGPJ nueva presidenta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, donde todavía está. En este cargo sustituyó a Fernando Grande-Marlaska, el actual ministro del Interior. En su actual puesto ha pasado a presidir a los mismos magistrados que la habían apartado del caso Gürtel. Entre sus sentencias, destaca la que condenó a tres años y medio de prisión al rapero Valtònyc, actualmente exiliado en Bélgica. Ahora, con el juicio a los Mossos d'Esquadra, ha sido la única que ha defendido la sedición y ha emitido un voto particular en la sentencia, que descarta que la cúpula policial cometiera algún delito el 1-O.

Francisco Vieira

Como Espejel, también es conservador, pero en la sentencia de los Mossos ha optado por la absolución. Después de pasar por varios destinos, entre ellos Barcelona y la presidencia de la Audiencia Provincial de Madrid, el primero gran salto lo da en 2008, cuando es escogido presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), cargo que se disputó con Manuela Carmena, que entonces todavía ejercía de juez y que unos años después se convertiría en alcaldesa de la capital española (2015-2019). Con Esperanza Aguirre de presidenta de la comunidad madrileña, Vieira obtuvo 14 votos y Carmena 3. Su decisión más polémica fue anular una gran parte de las escuchas del caso Gürtel que había decretado el juez Baltasar Garzón. Eran escuchas con las que pretendía grabar las conversaciones de algunos de los principales acusados, como Francisco Correa y Pablo Crespo, con sus abogados. Ese acabó siendo el primer paso del proceso que acabaría con Garzón expulsado de la carrera judicial.

Ramón Sáez

Si Espejel y Vieira son conocidos por su tendencia marcadamente conservadora, el ponente de la sentencia, Ramón Sáez, lo es por su inclinación progresista. La primera señal de este hecho es que fue miembro del Consejo General del Poder Judicial entre 1996 y 2001 a propuesta de Izquierda Unida (IU). Mientras tenía este cargo y lo compaginaba con el de presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) se mostró partidario de que "la ocupación de viviendas no sea delito" y pidió la despenalización porque hay "otras maneras de proteger la propiedad". En su expediente también hay sentencias que han dejado impronta. Una de ellas, vinculada con Catalunya, es la que absolvió a los acusados del asedio al Parlament en junio de 2011, un veredicto que el Tribunal Supremo después tumbó.

También es suya la sentencia que absolvió a un usuario de Twitter que entre 2011 y 2015 redactó un conjunto de mensajes que aplaudían el asesinato de Carrero Blanco, presidente del gobierno español con Franco. "Objetivamente estos micromensajes no enaltecen ni justifican [el terrorismo] porque no lo incitan ni instigan la violencia terrorista [...] ni generan un peligro o riesgo de comisión de actos violentos", dejó escrito. Su última sentencia ha sido la de Trapero y lo ha absuelto.