La nueva legislatura

Aragonès avisa al Estado de que habrá "momentos de choque" si no "encarrila" la solución política del conflicto

El presidente del Govern apuesta por reunir la mesa de diálogo cada 2 o 3 meses

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha avisado al Estado de que habrá "momentos de choque" si no "encarrila" la solución política del conflicto con Catalunya. En una entrevista en la ACN, el jefe del Govern ha advertido a Madrid que la voluntad de los independentistas "no desaparecerá", y que ya sea la mayoría parlamentaria actual o bien una futura, y una generación u otra de independentistas, volverán a plantear escenarios de "dificultad". "Si no se encarrila el conflicto político, la voluntad de los catalanes de ser un estado independiente no desaparecerá", ha advertido.

Aragonès ha avisado de este modo al gobierno español que Catalunya no rebajará sus aspiraciones de autodeterminación, aunque la Moncloa no concrete ninguna propuesta en la mesa de diálogo. Cuando falta un mes para reunir el órgano bilateral entre los dos gobiernos, el presidente de la Generalitat insiste en "la obligación de explorar una solución negociada", que cuente con el aval de la ciudadanía catalana. Aragonès se ha mostrado "convencido" de que tanto Junts como la CUP se "ceñirán" a los acuerdos con ERC y que, por lo tanto, considerarán "claramente que hay que explorar la vía de la negociación con el Estado". Así, ha manifestado que como president tiene que estar "por encima de legítimos posicionamientos partidistas o que quieran buscar un poco de rédito electoral a corto plazo". "Tenemos que tener una mirada larga y no tenemos que desaprovechar ninguna oportunidad para defender el referéndum y la amnistía donde sea", ha justificado.

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Así mismo, el presidente ha añadido que la apuesta para participar en la mesa de diálogo "no excluye ninguna otra propuesta estratégica" del independentismo. "Si alguien tiene una alternativa aplicable a corto plazo, que la ponga sobre la mesa", ha sentenciado. También ha apostado por reunir la mesa de diálogo cada dos o tres meses, después del encuentro de septiembre. Aún así, ha considerado "imprescindible" que se vaya haciendo el trabajo interno entre un encuentro y el otro. "Es un proceso que tendrá su ciclo, y tiene que continuar en el tiempo precisamente para que tenga resultados", ha reiterado ante los recelos de Junts, que apuesta por no alargar la mesa más de dos años si no se obtienen frutos.

Finalmente, Aragonès ha asegurado que en los partidos y las entidades independentistas están "trabajando para profundizar el debate estratégico" del movimiento, así como para concretar el papel del Consell per la República. El president, sin embargo, ha dicho que no quiere interferir, sino solo "acompañar al máximo para fortalecer la propuesta". Precisamente este martes el ex conseller Josep Rull emplazaba al independentismo a impulsar un nuevo 1-O mientras defendía "cohesionar estrategia, relato y acción". 

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Rechazo al pasaporte covid

Por otro lado, el president ha alejado la opción de utilizar el pasaporte covid para restringir ciertas actividades y ha dejado claro que "no hay que plantear" esta propuesta, sino impulsar medidas para promover la vacunación, a pesar de admitir que "no se puede descartar nunca nada". "Antes hay que impulsar todas las otras medidas de promoción de la vacunación", ha argumentado durante la entrevista. De hecho, el president ha añadido que el uso del pasaporte covid genera un "debate ético de fondo" sobre las restricciones de derechos y libertades, de forma que no hacen falta "medidas apresuradas" sino apostar por incentivar la vacunación.

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Aragonès ha manifestado que, de momento, todavía es "absolutamente imprescindible" mantener las restricciones actuales –aprobadas a principios de verano– para evitar una desescalada rápida: "Relajaremos las medidas cuando sea necesario", ha subrayado. El jefe del ejecutivo ha advertido que, seguramente, todavía habrá que mantener bastantes medidas de prevención cuando empiece el curso escolar. Finalmente, Aragonès se ha mostrado partidario de vacunar a los países con niveles bajos de protección contra la pandemia, antes de plantear la aplicación de dosis de recuerdo en los territorios con pautas completas.