Aragonés renuncia al sueldo de expresidente y se va a trabajar al negocio familiar
Un año después de perder la presidencia de la Generalitat, el exdirigente de ERC pasará a pilotar la cadena de hoteles de la familia
BarcelonaPoco más de un año después de perder la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès renuncia al sueldo de expresidente por ir a trabajar a la empresa familiar. Ya en mayo, en una entrevista en el ARA, el expresidente aseguraba que tenía en mente planes para su futuro que no pasaban por el ámbito político. Descartó ejercer de abogado –es licenciado en derecho– y, finalmente, se ha decantado por la empresa familiar, una cadena hotelera con sede en Pineda de Mar, Golden Hotels. Una tarea que compaginará con la tesis doctoral que reanudó en la Universidad de Barcelona hace unos meses y con la docencia en la Universidad de Vic, donde impartirá clases de historia económica. Aragonés no cobrará la asignación que cobraba hasta ahora -de unos 108.000 euros anuales- como expresidente, pero sí mantendrá la oficina que había instalado en el Pabellón Norte del Palau de Pedralbes de Barcelona.
"Es fundamental saber cerrar bien las etapas para seguir siendo útil: ni aferrarse a los cargos, ni convertirlos meramente en un medio de subsistencia ni tampoco acabar reducido a una figura de vitrina", justifica Aragonès en una carta publicada este martes a X. En agosto del año pasado Aragonés se convirtió, con 42 años, en la ex presidente "dedicación exclusiva a la política" para pasar al mundo de la empresa privada. Aragonès tomará el relevo de su padre, Pere Aragonès, que se jubila como consejero delegado, y pasará a dirigir el negocio familiar, que cuenta con ocho hoteles en Pineda de Mar, Salou, Vila-seca y Tossa de Mar.
"Hasta ahora era un negocio con el que no había tenido ninguna relación, más allá de las conversaciones de sobremesa", asegura Aragonès, quien añade que la decisión la ha tomado por la necesidad de "relevo generacional y por circunstancias familiares recientes que han acelerado este paso". El expresidente de la Generalitat también añade que el camino profesional que tenía pensado emprender no pasaba por ser "ninguna cuota, ni entrar por ninguna puerta trasera ni por ninguna puerta giratoria" en ninguna compañía. El salto a la empresa familiar era una cuestión que se había planteado, apuntan fuentes cercanas al expresidente, pero mientras ejerció en política institucional quiso separar una cosa de otra.
Aragonès comunicó la renuncia formalmente al Gobierno el 10 de septiembre y se hará efectiva este martes mismo; es decir, que desde hoy deja de recibir el sueldo de expresidente. La retribución como expresidente podía recibirla durante cuatro años. La ley de expresidentes marca que las personas que han ejercido el cargo de presidente de la Generalitat tienen derecho a percibir una asignación equivalente al 80% de la retribución mensual que recibían durante la "mitad del tiempo que estuvieron en el cargo y, como mínimo, por una legislatura". Este último caso es el de Aragonès, que después de cuatro años dejaría de percibir remuneración alguna hasta la jubilación.
Aragonès se aleja de la primera línea política, aunque en los últimos meses ya se había mantenido en un segundo plano, también en la guerra interna que vivió Esquerra el año pasado. El expresidente, pese a apoyar la candidatura que apostaba por que Oriol Junqueras diera un paso al lado y que encabezaba Xavier Godàs, no se implicó en su campaña interna. Hace unos meses, Aragonès se reunió con el líder de Esquerra, pero el contacto no es diario ni habitual. Precisamente, Oriol Junqueras ha escrito un mensaje a X agradeciéndole su "compromiso" y su "generosidad".
La situación del resto de expresidentes
Aragonés no es el primer expresidente de la Generalitat que renuncia al sueldo. En estos momentos, hay cuatro expresidentes que no reciben esta asignación. José Montilla renunció a la pensión vitalicia cuando fue nombrado conseller de Enagás en el 2020. Tampoco la percibe Jordi Pujol, que renunció tras la confesión de la deja. Carles Puigdemont no aceptó el sueldo de expresidente cuando fue destituido del cargo a raíz de la aplicación del artículo 155. El líder de Junts ha cobrado como diputado en el Parlament, de la Eurocámara y ahora vuelve a ser diputado de la cámara catalana. A Quim Torra, tras cobrar esta asignación durante cuatro años, se le acabó en septiembre del pasado año. Tanto Pasqual Maragall como Artur Mas sí cobran su asignación, la pensión vitalicia. Todos los expresidentes, salvo Jordi Pujol, mantienen su oficina.