¿Puede asumir la Hacienda catalana el IRPF en 2026?
Todas las fuentes consultadas asumen que ahora es inviable y necesitan entre tres y cinco años
BarcelonaEl acuerdo de investidura Esquerra-PSC apuntaba que la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) asumiría de forma progresiva la recaudación de todos los impuestos, empezando por el IRPF en el 2026. Y está previsto que la comisión bilateral de este lunes Estado-Generalitat también especifique que esta Hacienda catalana debe '' Ahora bien, a medio año de llegar al horizonte temporal que fijaron socialistas y republicanos, todas las fuentes consultadas indican que es imposible que en medio año la ATC pueda asumir esa labor. "Ahora es inviable", aseguran fuentes que conocen por dentro del ATC. En privado, tanto dirigentes del PSC como Esquerra también admiten la dificultad.
Los esfuerzos están centrados sólo en hacer posible la recaudación del IRPF y no se habla de otros tributos, ya que el reto ya es mayúsculo tan sólo con éste, teniendo en cuenta que es uno de los impuestos más voluminosos. Según cálculos de fuentes conocedoras de la negociación, es necesario redimensionar la ATC para que pase de una capacidad para recaudar "5.000 millones de euros a unos 30.000 millones", lo que puede llevar entre tres y cinco años –aseguran– siempre que se cuente con la colaboración de la Agencia Tributaria española que es quien tiene todos los datos y la tecnología. Para tener claros los pasos a llevar a cabo, el Govern ha licitado a la empresa Indra la elaboración de un plan director para que se especifiquen todas las fases necesarias, dentro de la adjudicación que ya tiene el CTTI con esta empresa. En principio, esta planificación debe estar terminada este mes de julio, pero no se podrá desplegar hasta que haya una modificación legislativa que ampare a la Generalitat a recaudar el impuesto de la renta y que ahora mismo están negociando PSOE y Esquerra.
Falta de personal
Actualmente, hay unos 850 trabajadores, frente a los 3.800 que tiene la Hacienda española sólo en Catalunya –según fuentes del ente–. Pero de esos 800 no todos tienen capacidad de gestión tributaria: según varias fuentes, tan sólo hay 27 inspectores y unos 270 gestores tributarios. De acuerdo con algunos cálculos, habría que al menos dotar de entre 1.000 y 1.500 personas más al personal de la Agencia Tributaria, lo que requiere tiempo: no pueden formarse de hoy para mañana, sobre todo los inspectores.
Programa informático
El otro gran handicap es el software informático. Ahora mismo, la ATC opera con G@UDI y e-Spriu, este último incorporado durante los años del Proceso. "No es nada sofisticado", apunta una fuente que ha trabajado allí. Sobre todo en comparación con el software que utiliza la Hacienda española. Uno de los problemas del software es la adaptación a la normativa. Si en el Estado la actualización del software es inmediata porque tienen un departamento informático propio, en el caso del ATC cada vez que existe un cambio normativo en los tributos debe hacerse una propuesta de modificación de la programación y esperar a que la empresa que lo gestiona (está externalizado) la incorpore al sistema. Una situación que ralentiza la tramitación de cualquier tributo, puesto que muchas veces este proceso requiere meses.
¿Una colaboración con Hacienda?
Para resolver los dos principales problemas de la Agencia Tributaria de Cataluña, la falta de personal y el software informático, es necesaria una colaboración con la Hacienda española para estos primeros años. Un período transitorio que todas las fuentes consideran imprescindible para poder empezar a recaudar desde Catalunya. Una "coordinación" que atasca la ley que están negociando ERC y el PSOE. "La ATC no puede quedar supeditada a la Hacienda española", dijo ayer Oriol Junqueras. De hecho, se realizó un primer ensayo con la firma del convenio para recaudar el impuesto de matriculación, aunque fueron necesarios meses para rubricarlo. Todas las fuentes consultadas dejan claro que con G@UDÍ y e-Spriu la ATC no puede recaudar el IRPF y que es necesario o crear un software propio nuevo (que se descarta explorar, por el tiempo que supondría) o utilizar el de la Agencia Tributaria española, que tiene un departamento informático propio y ya tienen a disposición todos los datos de los contribuyentes. Esto implica que se ampare legalmente este período de transición y que se especifique qué datos son necesarios para recabar el IRPF en Cataluña, teniendo en cuenta que es un impuesto conectado a otros como el IVA (con la declaración periódica que hacen los autónomos), sociedades o patrimonio, que seguiría recabando el Estado.
En relación con el traspaso de personal, hay que ver si la Hacienda española estaría dispuesta a hacer una pasarela hacia la catalana para que hubiera una subrogación de trabajadores. Una solución que hasta ahora ha tenido la oposición del propio cuerpo de funcionarios del Estado. Hay una experiencia previa en la que se intentó hacer esto, en los años 2014 y 2015, que no prosperó: primero se intentó que los trabajadores de la Hacienda española pudieran ir en comisión de servicios a la ATC, pero finalmente el Estado lo vetó. Entonces se optó por realizar una contratación específica por el proyecto captando hasta 11 personas con mucha expertise –que se fueron cogiendo una excedencia del ente estatal—, pero que acabaron topando con resistencias internas dentro de la misma ATC. De esta decena de personas, sólo quedan cinco. retiraron de la ponencia política del último congreso ante la polémica que generó después de haber presentado el acuerdo PSC-ERC como un concierto económico solidario. Tributaria de Cataluña. El Consorcio se puede transformar en la Administración Tributaria en Cataluña". Un extremo que casi veinte años después no se ha desarrollado.e