El único cambio que hará Alberto Núñez Feijóo entre los portavoces del partido es el de Ester Muñoz en el Congreso. Borja Sémper se mantiene como portavoz estatal y Alicia García en el Senado, según informó el partido, que aclaró las incógnitas que faltaban saber sobre su nueva cúpula. Una de las novedades en la dirección popular es la incorporación de Alberto Nadal para el área de economía. Nadal es ex alto cargo del gobierno de Rajoy ya partir de septiembre, "cuando termine sus obligaciones laborales en Estados Unidos", será el vicesecretario de Economía y Desarrollo Sostenible. Juan Bravo se encargará de Hacienda, Vivienda e Infraestructuras. También siguen como vicesecretarios Elías Bendodo y Noelia Núñez. La cuota catalana todavía será Dolors Montserrat "por su relevancia como secretaria general del PP europeo".
Aznar, en el PSOE: "Si pactas con delincuentes, que no te extrañe acabar en prisión"
Feijóo se rodea de los dos expresidentes del gobierno español populares para tratar de dar una imagen de unidad del PP
MadridMientras el PSOE renueva su cúpula para sobrevivir en el caso Santos Cerdán, el PP le utiliza en el congreso del partido que ha arrancado este viernes para pronosticar un cambio de ciclo. Alberto Núñez Feijóo se ha esforzado hasta el último momento, con la transacción de enmiendas, para evitar cualquier rendija que pudiera ensuciar la imagen de unidad que quiere proyectar en un cónclave en el que no tiene contestación interna. Los presuntos casos de corrupción de los socialistas han contribuido a este cierre de filas que en la primera jornada del congreso del PP ha querido escenificarse con la intervención de los expresidentes populares del gobierno español José María Aznar y Mariano Rajoy, que han subido juntos al escenario del pabellón de la feria de Ifema Madrid. Ahora bien, las diferencias entre ellos no han tardado en aflorar. Como es habitual, el discurso más duro fue el de Aznar, que advirtió al PSOE de que la factura de haber llegado al poder pactando con los partidos independentistas, a los que tachó de "delincuentes", es acabar también en prisión. "Si negocias presupuestos en una cárcel, te asocias con presidiarios y pactas una amnistía con delincuentes; que no te extrañe acabar en prisión porque es tu ambiente", aseveró días después de que el ex número 3 del PSOE ingresara en el centro penitenciario de Soto del Real por la presunta trama de comisionesil.
"El cambio es urgente en España y significa que los delincuentes dejen de estar en los despachos legislando y pasen a estar en prisión", ha insistido el presidente de la fundación FAES, quien ha asegurado que "para el sanchismo no hay reinserción posible". Aznar pronosticó que "faltarán venas para tantos chamuscados que habrá". Tras la intervención de Aznar, fue el turno de Rajoy, que también centró gran parte de su discurso en cargar contra los pactos de Sánchez con el independentismo. Según el expresidente español, "la peor corrupción" de los socialistas ha sido la ley de amnistía y el origen de todos los males fue la moción de censura que le desalojó del Palacio de la Moncloa. "Fue primer acto del Frankenstein y de todo el deterioro institucional y moral que vemos ahora. Se trató de enmascarar con una sentencia [la del caso Gürtel del PP] lo que era simplemente la historia de una ambición sin límites", aseguró. Rajoy ha utilizado el caso Cerdán para minimizar y retorcer el relato sobre los casos de corrupción que rodearon a su ejecutivo. "Unos actuamos contra la corrupción y otros lo hacen contra los jueces, fiscales y la Guardia Civil", ha dicho el expresidente obviando el alcance de los casos Gürtel o Kitchen. "Cuando nosotros tuvimos problemas, no gritamos "y tú más"", se ha defendido.
Rajoy ha criticado, en cambio, que a la izquierda "todo vale porque lo único importante es que no venga la derecha" y ha avisado a Feijóo de que "el cambio que promete el PP no puede ser el afán de venganza ni hacer un nuevo sanchismo con el logo del PP". "Nunca hemos sido extremistas. Somos la sensatez, la moderación y el respeto. Se trata de ser lo que siempre hemos sido", ha recetado. Aznar, que encarna la otra alma del partido y empuja a Feijóo hacia la dureza con sus proclamas, ha opinado que "no se trata de reiniciar el partido", sino que se trata de "asentar las bases para reiniciar la convivencia constitucional en España". "En el próximo embate nos jugaremos algo más que la continuidad de un gobierno nefasto, nos jugaremos la continuidad histórica de nuestra nación", ha proclamado con una intervención que, pese a la imagen de unidad, ha dejado en evidencia a las dos almas de los populares.
Feijóo, que ejerce de puente y hace equilibrios constantes entre las dos sensibilidades dentro del PP, ha asegurado que ambos son sus "consejeros" y ha afirmado que "ha tomado buena nota de la lección", que se llevó en 2023, que ganar elecciones no garantiza gobernar justamente porque le faltan cuatro votos que por ahora le faltan cuatro votos que hoy por hoy. Ahora bien, la dureza del discurso de Aznar con el independentismo evidencia también las dificultades que tiene Feijóo de aliarse en el futuro con formaciones como Junts por mucho que haya querido dejar la puerta abierta a esta opción rebajando la dureza de la enmienda del líder del PP catalán, Alejandro Fernández, que quería cerrarla con ella.