Belarra arrasa en las primarias de Podemos para relevar a Iglesias

Alcorcón (Madrid)Podemos ha elegido continuismo para impulsar la nueva etapa sin Pablo Iglesias. No ha habido sorpresas de última hora: la ministra Ione Belarra se ha impuesto en las primarias para elegir secretario general. Ha arrasado con el 88,69% de los votos pero solo un 38,4% de participación, puesto que han votado 53.443 personas de los 139.000 inscritos -igualmente los votos totales son inferiores a los del congreso telemático del año pasado, en el que votaron 59.201 personas de 516.492 inscritos, puesto que se modificó el censo-. El partido ha celebrado este fin de semana la IV asamblea ciudadana desde su nacimiento en un anfiteatro en Alcorcón, al sur de Madrid.

Un congreso descafeinado marcado por el covid y sobre todo por el calor. Para evitar una drástica reducción de aforo se ha hecho al aire libre, en un espacio sin sombra y con el único apoyo para refrescar los asistentes de algunos parasoles y máquinas de sulfatar llenas de agua. También ha quedado eclipsado por la convocatoria de la manifestación de la triple derecha en Colón contra los indultos, y ha coincidido con la celebración de las primarias del PSOE andaluz.

La nueva líder de Podemos se ha marcado dos objetivos. Primero, hacer crecer el partido "continuando tejiendo alianzas con fuerzas hermanas" para avanzar hacia una "República plurinacional" porque "hay mucha España más allá de Madrid" y hay que respetar "el derecho de una lengua propia". Y, segundo, "salir a ganar las generales". "Podemos no nació para gobernar con minoría", dijo asegurando que no se resignaban.

Si el equipo que capitaneó Podemos hace siete años, cuando nació, era sobre todo masculino e impulsado por profesores de la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, ahora coge el relevo un equipo básicamente femenino, la primera generación crecida a las trincheras de la formación. Junto con Belarra dirigirán el partido la ministra de Igualdad, Irene Montero; los portavoces de Podemos, Isa Serra y Rafa Mayoral; la portavoz en el Parlamento Europeo, Idoia Villanueva; y una de las nuevas caras visibles en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto.

Belarra llegó a Podemos procedente de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca junto con la ministra de Igualdad, Irene Montero, y pareja de Iglesias, con quien se conoció en la Facultad de Psicología de la Complutense. Desde entonces ha hecho un trabajo de hormiga, premiada a raíz de la llegada de Podemos al gobierno español con la secretaría de estado de Agenda 2030 y después el ministerio de Derechos Sociales por la salida inesperada de Iglesias. Durante todo este tiempo se ha convertido en la principal voz discordante dentro del gobierno de coalición, sobre todo con sus tuits.

Fortalecer el espacio a la izquierda del PSOE

Sin embargo, su perfil ha cambiado desde que fue ungida para sustituir a Iglesias al frente de Podemos, un rol desatado hoy por hoy de quién será el próximo candidato o candidata a las generales españolas. Iglesias apuntó a Yolanda Díaz, pero la vicepresidenta tercera ha evitado de momento concretar si está dispuesta. Queda mucho camino hasta 2023. De hecho, el partido empieza apenas ahora lo que será el proceso más complicado: cómo intentar reunificar el espacio a la izquierda del PSOE. Díaz quiere que las confluencias tengan más peso y queda la incógnita del papel de Más País, el partido de Íñigo Errejón.

El lema de la candidatura de Belarra ha sido "crecer". Es el principal reto de la formación: no ser una muleta en el PSOE, sino "liderar el bloque histórico de dirección de estado" y "fortalecer" el espacio a la izquierda de los socialistas, en palabras de Montero, que se mantiene como número dos de la dirección del partido.

De momento, al llamado Vistalegre IV (a pesar de que no se ha celebrado en la plaza de toros de Carabanchel de Vistalegre, como la primera y la segunda asambleas ciudadanas, sino en el auditorio descubierto de Paco de Lucía) no ha asistido ninguno de los representantes de las confluencias clave para el crecimiento de la formación. Ada Colau ha intervenido a través de un vídeo en representación de los comuns, igual que Mònica Oltra de Compromís y Yolanda Díaz, que es solo afiliada del Partido Comunista de España (PCE) y no del partido lila.

Sí que han estado Juantxo López de Uralde, ex líder de Equo –que se presentó con Más País en las últimas generales– y ahora fundador de Alianza Verde, el nuevo espacio ecologista dentro de Unidas Podemos. También el ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, que ha asegurado que su partido e IU hoy no serían nada sin el partido lila. Garzón ha hecho un llamamiento a la "unión" entre los que reivindican "el verde, el lila y el rojo".

La ausencia de Iglesias

El congreso ha estado marcado por la ausencia de Pablo Iglesias, que a pesar de ser homenajeado continuamente en los discursos de hoy, también a través de vídeos, ha decidido dar un paso atrás y ni poner los pies para no eclipsar el relevo de fuerzas. Sin embargo, a pesar de la ausencia, no ha podido borrar que se trataba de un relevo del todo continuista: hay poco cambios en el consejo ciudadano estatal, la máxima dirección del partido entre congresos.

Por parte de los comuns continúa habiendo, de hecho, las mismas personas: el presidente del grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, y Jéssica Albiach. La líder de En Comú Podem en el Parlament ha resaltado en declaraciones a los medios que Belarra sea navarra ante el futuro que aspira que el partido potencie dar más peso a los territorios y dejar atrás el centralismo en Madrid. De hecho, los comuns quieren que cada vez tenga más poder de decisión la mesa confederal -que aglutina la representación de todas las confluencias- y no el consejo ciudadano estatal.