La Bilateral encarrilará este viernes los primeros acuerdos en una década

BarcelonaSi no hay un giro de guion mayúsculo, la Comisión Bilateral donde la Generalitat y el Estado dirimen sus conflictos competenciales encarrilará este viernes sus primeros acuerdos en una década. No son, ni mucho menos, todas las demandas que exige el Govern al Estado, pero es la primera vez que la comisión dará algún fruto desde que el ejecutivo español del PP, en 2011, decidió congelar la actividad. "Son acuerdos de mínimos. Nos gustaría avanzar mucho más", avisan desde Presidencia.

En esta comisión, que se reunirá en el Palau de la Generalitat, puede haber dos tipos de pactos: unos sobre transferencias patrimoniales de bienes de titularidad estatal que pasan a manos del Govern y los otros sobre competencias que el Estado acepta transferir a la Generalitat –y su dotación económica–. En el primer campo, la lista es esta: el Estado cederá la titularidad del edificio del registro civil de Barcelona; del canal Xerta-la Sénia, de las carreteras B-23 y B-30 –accesos en Barcelona–, del Observatorio del Turó del Home y de dos fincas rústicas del Pirineo.

En el segundo campo de acuerdos, el de los traspasos de competencias, este viernes se dejará todo a punto porque la Generalitat asuma la gestión de las becas en la primaria, la secundaria y la universidad. Falta rubricar la dotación económica, que desde Catalunya se calcula en unos 120 millones de euros anuales. También se cerrará una dotación económica para los edificios judiciales de Catalunya. El juez y los fiscales los pone el Estado, pero el resto de trabajadores y también los edificios van a cargo de la Generalitat y hace tiempo que denuncia su infrafinanciación.

Las decepciones

Al margen de los acuerdos, este viernes también habrá el capítulo de decepciones. La Generalitat denuncia que el Estado se cierra en banda, por ejemplo, a la hora de negociar el traspaso de cuestiones como la formación sanitaria especializada –la gestión de MIR– y Salvamento Marítimo. La ministra de Salud, Carolina Darias, ya expresó recientemente desde el Congreso su rechazo en la cuestión de los MIR. ¿Qué se puede hacer ante este hecho? Pues poca cosa más que seguir presionando. El Estado también ha rechazado por enésima vez la cesión del edificio de la Vía Laietana, que la Generalitat quiere gestionar para cerrar la comisaría de la Policía Nacional y darle otro uso. Tampoco hay noticias de que quiera cumplir con la disposición adicional tercera del Estatuto, sobre la inversión pendiente en infraestructuras.

Finalmente, hay una materia que todavía no se puede situar ni en el capítulo de los éxitos ni en el de las decepciones. Por ahora. Es la del ingreso mínimo vital, una prestación que controla el Estado y que la Generalitat exige gestionar y no acaba de conseguirlo. Este viernes se pactará abrir la negociación para analizar si hay vías de acuerdo. El pronóstico es incierto.

Lectura política

Con los principales acuerdos ya embastados, este viernes habrá que estar atento a la lectura que hacen los dos gobiernos del encuentro. Para el español, la Bilateral es un claro síntoma de que el diálogo con la Generalitat avanza. Para el ejecutivo catalán, en cambio, no es así, puesto que considera que hasta que no se reúna la mesa de diálogo y se aborde el conflicto político con propuestas concretas, no se podrán hacer lecturas positivas. Para la consellera Laura Vilagrà mañana habrá "avances tímidos", pero hace falta mucho más. Más explícito ha sido el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, que ha hecho una lectura más cruda. Según él, no hay resultados positivos ni en la comisión ni en la mesa. En declaraciones a la SER ha dicho que hay que ir pensando en hacer un "embate democrático": "Tenemos la sensación de que Pedro Sánchez hace mobbing en Catalunya".