Borràs estudia evitar el pleno en caso de que no haya acuerdo
La presidenta de la cámara abrirá la ronda de consultas la semana que viene
BarcelonaLa ley marca que diez días (hábiles) después de la constitución del Parlament la presidencia de la cámara proponga un candidato a la investidura una vez hecha la ronda de contactos con los grupos. Esto ha sido siempre así menos en dos casos: en 2018, cuando el Tribunal Constitucional vetó la designación del ex president Carles Puigdemont como candidato y Roger Torrent, en ese momento presidente de la cámara, aplazó el pleno; y en 2020, cuando el president, Quim Torra, fue inhabilitado y no hubo ningún candidato a la presidencia alternativo. Ahora, en función de cómo vayan las negociaciones, se puede repetir un escenario similar.
Después de las elecciones del 14-F, hay un candidato, Pere Aragonès, que tiene posibilidades de reunir la mayoría absoluta. Ahora bien, las negociaciones van más lentas de lo que a priori el independentismo se había planteado, de forma que la presidencia del Parlament, que ostenta Laura Borràs, estudia la posibilidad de evitar el pleno este 26 de marzo si todavía no hay un acuerdo cerrado. Se agarraría al informe jurídico que hicieron los letrados del Parlament a raíz del caso de Torra. En este documento se interpreta que, para activar el reloj de los dos meses, no necesariamente tiene que haber una votación fallida en el Parlament -tal como apunta la ley-, sino que para evitar el bloqueo institucional puede haber un acto equivalente de la presidencia de la cámara. En concreto, el informe jurídico constata que, después de hacer la ronda de consultas con los grupos parlamentarios, “si el presidente del Parlament considerara que no hay ningún candidato en condiciones reales de obtener el apoyo para resultar investido, tendría que materializar sin demora un acto equivalente a la investidura fallida”. Es decir: tendría que comunicar al pleno que no hay ningún candidato para ser investido para activar la cuenta atrás de dos meses antes de la convocatoria automática de elecciones. Este mecanismo evitaría al independentismo la fotografía de una votación fallida en el Parlament -y el desgaste de un debate sin acuerdo-, a pesar de que desde ERC se descarta la opción de llegar al 26 sin pacto.
“Cuando estén todos los grupos constituidos empezaremos la ronda de consultas y en el supuesto de que haya apoyo por alguno de los candidatos se hará efectivo el pleno”, aseguró ayer la presidenta del Parlament, Laura Borràs, después de visitar a los presos políticos en Lledoners, encerrados desde que el juez de vigilancia penitenciaria les denegó el tercer grado.
Aragonès o Illa
Cuando Borràs abra consultas la semana que viene se encontrará con dos candidatos que aspiran a presidir la Generalitat: Pere Aragonès (ERC), que es quien está en disposición de reunir la mayoría absoluta, y Salvador Illa (PSC), que a pesar de que no tiene posibilidades prometió en campaña que se presentaría al debate de investidura. En función de cómo avancen las negociaciones entre ERC, JxCat y la CUP, Borràs se podría plantear no proponer todavía a Aragonès. Y, consiguientemente, tampoco a Illa si no tiene los apoyos garantizados. Una decisión que, al menos en el caso de los socialistas, puede convertirse en la primera de la legislatura que acabe en los tribunales.