Lengua

El Congreso comienza a tramitar el uso del catalán entre protestas de PP y Vox

Los diputados catalanes utilizan la lengua catalana en el pleno que ha empezado a reformar el reglamento para permitirlo

MadridPor primera vez en la historia, en el Congreso se ha podido oír hablar catalán, vasco y gallego sin que nadie fuera interrumpido ni expulsado del hemiciclo. El pleno de la Cámara Baja ha empezado a debatir la reforma del reglamento que debe permitir utilizar la lengua catalana, la vasca y la gallega en toda la actividad parlamentaria. Una reforma que se tramitará por lectura única y que verá la luz este mismo jueves. Gabriel Rufián, Míriam Nogueras, Merche Aizpurua, Joseba Agirretxea, Marta Lois o José Ramón Besteiro han utilizado el catalán, el vasco y el gallego para defender esta reforma. El PSOE, que se había opuesto a esta cuestión hasta ahora, la ha defendido como una forma de visibilizar la pluralidad lingüística del Estado. Los grupos soberanistas, y también Sumar, son los que más han puesto en valor el pleno de este martes, porque se ha cumplido una reivindicación histórica suya, mientras que la derecha ha querido visibilizar su protesta: Vox ha abandonado el hemiciclo, mientras el PP ha intentado suspender el pleno.

"Pido que el pleno se desarrolle conforme el reglamento", ha exigido nada más comenzar la sesión la portavoz de los populares, Cuca Gamarra, quien ha pedido que se suspendiera el pleno hasta que no se resolviera su petición de reconsideración. La presidenta de la cámara, Francina Armengol, ha cortado de raíz la petición de la secretaria general del PP: "Saben perfectamente que cumplimos con el reglamento, no hay reconsideración alguna que pueda parar los trámites del proceso de tramitación". Acto seguido, los diputados de Vox se han levantado y han abandonado el hemiciclo dejando encima del escaño de Pedro Sánchez -ausente porque está todavía en Nueva York, donde participa en la Asamblea General de la ONU- los auriculares y las petacas que ha instalado el Congreso para traducir las intervenciones en catalán, vasco y gallego.

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El diputado gallego del PSOE José Ramón Besteiro ha sido el primero en hablar en gallego -combinando con el castellano- para defender una reforma que ahora los socialistas se han hecho suya, pero que nace de la negociación del independentismo para hacer a Francina Armengol presidenta del Congreso. "No hay nada que impida hablar catalán, vasco y gallego [...]. La diversidad no va en detrimento de la unidad, la uniformidad no garantiza la cohesión", ha aseverado. Como ha hecho Besteiro, Marta Lois, portavoz de Sumar, ha cargado contra la actitud del PP en una intervención en la que ha alternado el gallego y el castellano: "Las lenguas no compiten entre sí, la posibilidad de hablar una lengua no niega las otras".

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Rufián y Nogueras, en catalán

"Hablaré en catalán porque puedo hacerlo gracias a la escuela catalana", ha comenzado el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, su primera intervención en catalán en el Congreso. El portavoz republicano ha recordado que eligió hablar catalán con su hijo y que lo hizo gracias a sus abuelos: "Es un honor para mi grupo, mi partido y mi hijo, como orgulloso hijo y nieto de andaluces, hacer un discurso íntegramente en catalán". La portavoz de Junts Míriam Nogueras ha querido agradecer el trabajo y la "valentía" de Armengol, además de reivindicar la lucha del independentismo por poder utilizar el catalán en el Congreso. "La guerra lingüística no ha estado entre lenguas, sino entre el proyecto nacional español y el catalán", ha afirmado.

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Los dos diputados catalanes han hecho íntegramente sus intervenciones en catalán, mientras que Gerardo Pisarello, de En Comú Podem, ha hecho su discurso en catalán y castellano, reivindicando la lengua catalana como un elemento de cohesión de la sociedad catalana. Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, ha mezclado el vasco y el castellano, mientras que Joseba Agirretxea ha utilizado el euskera para hacer todo su discurso.

El PP combina el castellano y el euskera

El PP no se ha puesto los auriculares durante todo el pleno. El partido, de hecho, ha defendido a posteriori que es un gesto político de protesta. Pero más allá de eso, el PP ha descolocado a todo el hemiciclo con la intervención que ha hecho Borja Sémper. El diputado y portavoz de los populares ha querido defender que en el Congreso sólo se hable castellano intercalando frases en euskera en su intervención. Un gesto que contrasta con lo que él mismo dijo este lunes, cuando aseguró que todos los diputados del PP hablarían en castellano y no harían "el canelo". "Con mi intervención bilingüe he querido reflejar lo que ya podía hacerse en esta cámara", ha justificado. Sémper ha contradicho a la diputada de EH Bildu Mertxe Aizpurua cuando ha asegurado que en Euskadi la lengua vasca no está en riesgo, y ha acusado a las formaciones independentistas de "patrimonializar" de forma "interesada" el uso de las lenguas.

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El diputado popular ha tenido que interrumpir su intervención al intercalar algunas frases en euskera en su discurso. Los diputados de Vox habían vuelto a entrar en el hemiciclo para escuchar su discurso, pero una vez han oído que utilizaba el vasco se han ido otra vez enojados.

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53.500 euros de material y una docena de traductores

El Congreso disponía hasta ahora de 200 auriculares, y ha comprado otros 450 por valor de 7.600 euros para todos los diputados y el personal de la cámara que pueda llegar a necesitarlos en algún momento. Ahora habrá un total de 650. La secretaría general del Congreso ha alquilado también todo el sistema de radiofrecuencia –antenas y petacas–, con el mantenimiento incluido, que ha costado 45.900 euros. El dispositivo se situará en los escaños de los diputados cada vez que haya lleno o en los asientos de las comisiones, y se recogerá al final. En total, entre auriculares y sistema de radiofrecuencia, la cámara baja ha destinado hasta ahora 53.500 euros.

El Congreso contará, provisionalmente, con un directorio de doce intérpretes homologados que ya han trabajado para el Senado ya los que se irá contratando según las necesidades de cada semana. Para el primer pleno se han contratado seis, tres de ellos para la traducción de las intervenciones. Cobrarán por horas, entre 50 y 100 euros, siendo el límite de contratación 15.000 euros hasta final de año para cada intérprete. Las traducciones las realizará cada uno desde su puesto de trabajo, es decir, no estarán físicamente en el Congreso. En el hemiciclo se situarán dos grandes pantallas donde se podrá leer la traducción de los discursos en castellano y también se podrá seguir de forma subtitulada a través de internet.

Todo este sistema funcionará para los diputados que deseen hablar en catalán, vasco o gallego. Quienes quieran utilizar otras lenguas propias –que no son oficiales– como el aragonés y el asturiano podrán hacerlo, pero tendrán que utilizar el sistema de autotraducción, es decir, ellos mismos deberán traducirse la intervención. En cuanto al aranés –que es oficial en el Estatuto de Autonomía de Catalunya–, la mesa garantiza que tendrá traducción a la larga, pero de momento si algún diputado quiere utilizarlo –hay un parlamentario del PSC que el habla– deberá recurrirse también al sistema de autotraducción.