Las concejalías que difícilmente ocupan las mujeres: el sesgo de género en los ayuntamientos

BarcelonaUno de los retos del mundo local –y de la política institucional en general– es conseguir revertir la histórica presencia irrisoria de mujeres en los partidos y en las administraciones. A pesar de que durante la última década el número de mujeres en las listas electorales y en las concejalías y alcaldías se ha multiplicado, todavía existen diferencias importantes en el tipo de responsabilidades que asumen hombres y mujeres en los ayuntamientos, y no se ha conseguido que la paridad llegue a las alcaldías.

Según datos del Instituto Catalán de las Mujeres (ICD), las carteras de Servicios Sociales, Educación, Sanidad y Bienestar comunitario suelen estar dirigidas por mujeres. Destaca, sobre todo, Servicios Sociales: en el 75,3% de los ayuntamientos catalanes es una mujer la que asume la cartera. En el caso de Educación, Sanidad y Bienestar comunitario, el porcentaje de mujeres del 65%. En cambio, en Seguridad, Deporte, Vivienda y Urbanismo, Infraestructuras, y Agricultura, Ganadería y Pesca existe un hombre al frente en 2 de cada 3 casos.

Este sesgo se explica, según la politóloga Sílvia Claveria, "por los estereotipos de género y la desigual responsabilización en los cuidados", que hace que las mujeres "se sientan más capaces" de llevar temas ligados a este ámbito y, al mismo tiempo, los partidos y la ciudadanía recelen y las critiquen más duramente cuando asumen. Además, el hecho de que no lleguen a dirigir áreas que se consideran más relevantes provoca otra desventaja para ellas: como las concejalías asumidas por hombres suelen ir asociadas a posiciones de "prestigio y visibilidad", esto les permite utilizarlas de trampolín para hacer carrera política y llegar a posiciones de mayor poder, explica Claveria.

Más alcaldesas para menos población

Para alcanzar la paridad, hace ya años que los partidos comprometidos con la igualdad presentan listas cremallera, un mecanismo cuantitativo que no tiene una traslación directa a la hora de repartir carteras. Aunque no sirve para resolver el sesgo a la hora de asumir responsabilidades en ámbitos concretos, sí ha sido útil para que el número de concejalas y alcaldesas aumente. Ahora bien, existe un matiz: en municipios pequeños la proporción de alcaldes respecto a alcaldesas ha sido casi siempre más elevada que en municipios grandes.

De hecho, la pasada legislatura los municipios de más de 20.000 habitantes se acercaron más que nunca a la paridad, con un 37,69% de alcaldesas. Esta legislatura la cifra ha disminuido (hay un 27,54%), rompiendo la tendencia creciente que se había mantenido hasta ahora en los municipios con mayor población. Según Claveria, este hecho seguramente se debe a causas coyunturales como qué candidatos presentan los partidos y qué formaciones llegan al gobierno.

La tendencia al alza en el número de alcaldesas sí se mantiene en los municipios de menos de 20.000 habitantes. La pasada legislatura sólo un 22,67% de las alcaldías estaban ocupadas por mujeres, y en la actual legislatura el porcentaje sube tímidamente hasta el 26,91%. Una diferencia respecto a las grandes ciudades que apunta Claveria puede explicarse por qué en los municipios pequeños ser concejal no deja de ser un segundo trabajo. "Los concejales de municipios pequeños a menudo no pueden vivir con lo que cobran", recuerda, y la labor en el Ayuntamiento acaba siendo "un añadido" a las 8 horas de trabajo que tienen fuera del consistorio. "Si las mujeres ya trabajan fuera y se encargan más de los cuidados, esto hace que, inevitablemente, haya menos que puedan asumir responsabilidades en los ayuntamientos, porque supondría un tercer trabajo", explica.