Corrupto, mentiroso y... Hitler: el retrato robot que la derecha hace de Pedro Sánchez
Feijóo lo acusa de "corrupción política" y Abascal sube el tono comparándolo con Hitler y denunciando un "golpe de estado"
MadridUn candidato que ejerce "corrupción política" para ser investido, "miente", cierra pactos que "nacen del fraude", no tiene límites "ni éticos ni legales", abraza la "sinrazón" sin "ningún pudor" y está en pleno "delirio". Este es el retrato de Pedro Sánchez que ha hecho Alberto Núñez Feijóo en las intervenciones en el debate de investidura del candidato socialista en el Congreso. La del líder del PP no es la voz más radical en la ofensiva de los populares contra Sánchez –Isabel Díaz Ayuso va mucho más allá, en línea con la ultraderecha, y lo acusa de estar iniciando una "dictadura"–, pero Feijóo tampoco se ha cortado este martes por la tarde y ha dado un discurso frontalmente beligerante con el presidente del gobierno español en funciones.
Ahora bien, al igual que la ultraderecha hace más ruido en la calle con los llamamientos a la "movilización permanente" que reúnen a ultras y nostálgicos del franquismo, también ha habido un incremento de los decibelios cuando el líder de Vox, Santiago Abascal, ha tomado la palabra. El líder de Vox, sin importarle la solidez de sus argumentos, insiste en presentar la investidura de Sánchez como un "golpe de estado" e incluso ha llegado a comparar al candidato del PSOE con Adolf Hitler, recordando que el dictador de la Alemania nazi "también llegó al poder mediante unas elecciones".
Ante estas acusaciones y la petición expresa que le ha hecho el grupo socialista, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha anunciado que retirará del diario de sesiones todas estas expresiones. Ha habido más. A juicio de Abascal, Sánchez debería "pedir cita" a un médico para ser "diagnosticado": "Tengo la sensación de que ha perdido la cabeza con ese ataque a la Constitución".
Ayuso vuelve a ser protagonista
La presidenta madrileña volvió a restar protagonismo, una vez más, al líder de su partido por la reacción que tuvo cuando Sánchez mencionó en su discurso el posible caso de corrupción en la Comunidad de Madrid que salpicaría a su hermano. Las cámaras del Congreso la han enfocado –lo estaba siguiendo desde la tribuna– y las redes sociales se han encendido leyéndole los labios. Muchos han interpretado que ha llamado "hijo de puta" al presidente del gobierno español en funciones. En un matiz cargado de ironía, fuentes del equipo de Ayuso aseguraron que lo que ha dicho es "Me gusta la fruta".
Los descalificativos por parte del PP no han llegado solo de Ayuso. Durante las intervenciones del candidato socialista, la bancada popular lo ha abucheado repitiendo algunas de las expresiones empleadas por su líder. Las reiteradas interrupciones también han hecho que Armengol haya terminado interviniendo.
Vox empuja al PP
Uno de los argumentos empleados por Sánchez en sus intervenciones es que Vox está empujando al PP hacia una deriva ultra y ha advertido a Feijóo de las consecuencias de rendirse a la presión de la ultraderecha. En la batalla contra la amnistía, expone el líder socialista, los de Abascal fuerzan al PP a ir cada vez más lejos. Este miércoles les ha pedido dos cosas. La primera, que "corrija el error" de dejar que haya mayoría progresista en el TC y utilice el Senado para bloquear la ley de amnistía. La última propuesta de Vox está aún por ver qué respuesta tendrá por parte de los populares, que hasta ahora se habían negado en redondo: la extrema derecha ha registrado este mismo miércoles una moción en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, para ilegalizar a ERC y Junts. "Le suplicamos que voten a favor. Es necesario que lo hagan las instituciones de mayoría no golpista". Aunque se aprobara, la moción no tendría ningún recorrido legal, pero evidenciaría que la legislatura será muy caliente desde el primer minuto.