La CUP no aplaude al cónsul de Ucrania en el Parlament

BarcelonaUcrania marca la actualidad política desde la invasión rusa, ya sea por la condena a la guerra, la necesidad de ayuda humanitaria o la crisis de refugiados. Y cada detalle cuenta. Este miércoles los diputados del Parlament han ovacionado al cónsul ucraniano en Barcelona, Artem Vorobyov, invitado por la presidenta de la cámara, Laura Borràs. Todos excepto los de la CUP: mientras el resto lo aplaudían, ellos han preferido mostrarle un cartel contra la guerra.

"Hemos exhibido carteles de 'No a la guerra' ante el discurso hegemónico de envío de armas a Ucrania", explican fuentes de la CUP. Como el resto de fuerzas políticas, los cupaires se han mostrado los últimos días insistentemente en contra de la guerra, pero en su caso han rechazado sumarse a otro consenso internacional: la necesidad de ayudar a los ucranianos a defenderse. Desde la CUP rechazan el envío de armas desde Europa para nutrir el ejército ucraniano (defienden que no cambiará la correlación de fuerzas y solo provocará más víctimas) y critican a la OTAN y no solo a Vladímir Putin como responsable de la escalada de tensiones con Rusia. De hecho, treinta y seis años después de que Catalunya rechazara formar parte de la Alianza Atlántica, la CUP es el único partido catalán que reclama abiertamente la salida de la Alianza Atlántica.

La imagen de este miércoles negándose a aplaudir al cónsul ucraniano ha evidenciado su incomodidad a la hora de decantarse por uno de los dos bandos en lucha. "Somos los únicos que tenemos un discurso claro contra la guerra y contra el envío de armas", añaden las mismas fuentes. La formación asamblearia ya fue la única que no firmó una proposición no de ley presentada por el PSOE la semana pasada en el Congreso en la que se repudiaba "las acciones militares perpetradas por la Federación Rusa en Ucrania".

¿Pero cuál es el posicionamiento de la CUP en el conflicto? Los anticapitalistas reclaman la parada inmediata de la guerra, iniciar la distensión, desmilitarización y pacificación de la región, que se tiene que forjar, a su parecer, "de manera indispensable, a partir de la retirada de tropas y equipación militar de la OTAN de las fronteras rusas y el cumplimiento de los pactos de desarme incumplidos por EE.UU. desde los años 90". Así, equipara las acciones militares que sufre el pueblo de Ucrania "por parte del gobierno ruso" con las de la OTAN, así como "el papel que ha tenido la UE, especialmente desde la crisis del movimiento Maidán de 2013".

La CUP insta a volver a "las vías diplomáticas" y a establecer un marco de relaciones internacionales "basado en los criterios recogidos en el Acuerdo de Minsk y opuesto al marco que impone la OTAN que se base en el respeto a la soberanía de los pueblos, la solidaridad, la cooperación y la paz". En este sentido, señala de nuevo "la responsabilidad" de EE.UU. y de la OTAN "como fuerzas imperialistas" en la guerra y recuerda los casos de Afganistán, Irak, Siria o Libia.

Los vínculos de Putin con el independentismo

La imagen, al inicio del pleno de este miércoles, ha servido de preludio para lo que vendría a continuación. PP y Cs han movido cielo y tierra para intentar vincular el independentismo catalán con Putin, esgrimiendo los supuestos contactos entre el entorno al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el del presidente ruso. "Es bastante indecente que intenten vincular este Govern con el de Putin", les ha respondido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Los dos partidos han aprovechado que este martes el Parlamento Europeo votó una enmienda que defendía investigar la relación entre Putin y el independentismo (los resultados de la votación se harán públicos este miércoles): "Los contactos estrechos entre funcionarios rusos y representantes de grupos secesionistas catalanes en España (...) requieren una investigación en profundidad", decía la enmienda.

"Tenemos muy claro cuáles son nuestros aliados (UE) y cuáles queremos que sean los países y gobiernos con los cuales tenemos relación. Hemos tenido una posición clara a favor de la independencia de Ucrania y de su derecho a continuar existiendo como pueblo. No busquen ningún tipo de rendija en este sentido", ha insistido Aragonès. El presidente del grupo de Cs, Carlos Carrizosa, ha anunciado que buscará los apoyos necesarios para impulsar una comisión de investigación sobre el tema en el Parlament y el líder del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, ha acusado a Aragonès de ser "cómplice" de Putin, manteniendo en el Govern a JxCat. El presidente del grupo de Vox en la cámara, Ignacio Garriga, ha tenido tiempo para negar los vínculos de su partido con Rusia: "Los únicos socios de Putin son ustedes y Maduro".

La conferencia de presidentes

El colofón ha llegado en la última de las preguntas de la sesión, la del jefe de la oposición, Salvador Illa (PSC). "Si Catalunya está con Ucrania, usted tiene que ser a la conferencia de presidentes de La Palma y tiene que apoyar la conexión del gasoducto Midcat. ¿Lo hará?" "Si es para llegar a acuerdos podemos estar. Si es solo para recibir información que podemos recibir por las ruedas de prensa que se hacen antes, de verdad no sé si vale la pena", le ha contestado el president, que ha criticado que las conferencias de presidentes corran el riesgo de ser simples "fotos". "Basta de excusas. ¿Me está diciendo que el lehendakari Urkullu y el resto de presidentes no van a trabajar sino de turismo a La Palma? Le pido respeto".

Aragonès ha insistido que irá a La Palma si allí se habla de "la coordinación de toda la acogida de refugiados, de las medidas de apoyo en el ámbito energético a los hogares catalanes y de los fondos para cubrir todos los gastos que ocasionará" la guerra.

Ucrania ha estado otra vez en el centro del debate en el Parlament, a pesar de que este miércoles haya sido un tema más de confrontación entre los partidos.