¿La dana de Moreno Bonilla?
BarcelonaEl escándalo de las mamografías es la mayor crisis política que ha tenido que afrontar Juanma Moreno Bonilla desde que llegó a la presidencia de Andalucía en el 2019 y ha hecho despertar el fantasma de la dana y Carlos Mazón en el PP. ¿Por qué? Pues porque este caso afecta al corazón del relato político de Moreno Bonilla, basado en la excelencia en la gestión. El barón andaluz no basa su capital político en las guerras culturales y en la polarización, como Isabel Díaz Ayuso, sino en ocupar el centro político y presidir un ejecutivo con tintes tecnócratas. Si le falla la gestión, el relato se le cae.
Para Alberto Núñez Feijóo la crisis andaluza es una piedra en el zapato más grande incluso que la de Carlos Mazón, al que Génova mantiene en el cargo más para no dar argumentos a Pedro Sánchez que por convicción. En cambio, Moreno Bonilla es el barón que le sirve a Feijóo para equilibrar el partido y para que el centro de gravedad no se desplace hacia la derecha de la mano de Ayuso y Aznar. Como en el caso de la dana, esta crisis afecta a lo más esencial, a la vida de las personas. En concreto de mujeres que por una negligencia no fueron informadas de que podían estar desarrollando un cáncer o a las que los retrasos condenaron a un diagnóstico tardío. Al igual que con la dana, el testimonio de las víctimas resulta demoledor, hasta el punto de que Moreno Bonilla se ha visto obligado a forzar la dimisión de su consejera de Salud y asumir la responsabilidad en primera persona. No en vano, la sanidad pública, que es la joya de la corona del estado del bienestar español, ha fallado a decenas de mujeres. De hecho, todavía no se sabe a cuántas.
Faltan ocho meses para las elecciones andaluzas, previstas en principio para el próximo junio, y María Jesús Montero esperaba el momento propicio de dar el salto desde el ministerio de Hacienda para centrarse en la campaña. Es probable que no encuentre un momento más adecuado que el actual. Eso sí, antes debería presentar su propuesta de financiación autonómica, que como siempre van a significar más recursos para Andalucía, podrá vender como una forma de reforzar el sistema de salud. Mamografías contra cupo catalán, ahí está la narrativa de las próximas elecciones andaluzas.