De Aliança Catalana a Units por Avanzar: el concejal que permitirá al PSC recuperar la alcaldía de Ribera de Ondara
Este pequeño pueblo de la Segarra, a las puertas del cuarto relieve en la alcaldía en un año y medio
BarcelonaRibera de Ondara, un pequeño pueblo de la Segarra que no llega a los 500 habitantes, va camino de batir un récord: que haya cuatro relevos a la alcaldía en año y medio. El mandato empezó con el PSC (3) en la alcaldía gracias a la abstención del concejal de Aliança Catalana, Albert Puig, que respetó la lista más votada, aunque ERC también tenía tres ediles. En marzo, sólo diez meses después de los comicios, Puig pactaba con ERC una moción de censura para desbancar al alcalde socialista, Francesc Sabanés, con tal que Puig ocupara la alcaldía mientras la republicana Elisabet Jové, que fue expulsada del partido por el pacto, estuviera de baja por maternidad.
En septiembre, Puig, que entonces ya era teniente de alcalde, presentó su renuncia por el "acoso mediático" que sufría y después de que la formación de extrema derecha se desvinculara por tachar de "cáncer" al colectivo LGBTI. Su sustituto, Antonio Fernández, que, como el resto, no era militante de Aliança, decidió no representar al partido de Orriols y será concejal no adscrito, pero aún no ha podido tomar el acta por la negativa del gobierno a concederle. En el trasfondo hay una probable segunda moción de censura pactada entre el PSC y Fernández para echar al exgrupo de ERC del poder. Y es que Fernández se hizo militante de Units per Avançar, formación aliada con los socialistas, tras la salida de Puig.
En conversación con el ARA, el exalcalde socialista resalta que es necesario un cambio: "Tengo la responsabilidad de dar una salida a este ayuntamiento inestable que está en minoría. No hemos llegado a suscribir ningún pacto, pero no podemos seguir así con un gobierno débil que no negocia nada". El primer objetivo es que Fernández pueda incorporarse como concejal. "El gobierno alega que Fernández ya no representa a Aliança y que la baja de Puig debe cubrirla el tercero de la lista, pero la credencial es para el concejal, no para el partido", razona Sabanés.
La Junta Electoral Central (JEC) dio la razón el 18 de noviembre a Fernández después de que la alcaldesa suspendiera el pleno de octubre para impedir que tomara posesión del cargo. "La separación o expulsión de un partido político no comporta legalmente la pérdida del cargo de concejal", dice el órgano electoral, que insta a la alcaldesa a "proceder inmediatamente a incluir en el próximo pleno su toma de posesión" advirtiéndole- la que si no lo hace incurrirá en un delito de desobediencia.
Pleno convocado de forma automática
"Tenía la duda de quién debía entrar porque Aliança se desentendió de los dos primeros de la lista y el sentido común dice que debería entrar el tercero", se defiende la alcaldesa, quien asegura que ella también hizo la consulta en la JEC. El PSC ya solicitó tras la suspensión del pleno de octubre, uno extraordinario ahora en noviembre, que la alcaldesa no ha convocado porque no ha recibido la notificación de la JEC. Finalmente, el pleno se celebrará, por ley, el próximo martes. Pero ha estado a punto de no celebrarse tampoco. El PSC denuncia que "la última maniobra" de la alcaldesa ha sido suspender a la secretaria para que el pleno no se pudiera hacer. "No está junto al equipo de gobierno", se excusa Jové, quien pone de ejemplo que no se haya contratado todavía a una administrativa. Para sortear un posible nuevo aplazamiento del pleno, el PSC ha logrado que el consejo comarcal les ceda un secretario.
Consciente de que tiene todos los números para ser relevada, Jové no ahorra reproches por este posible pacto: "Se quiere blanquear lo que no deja de ser una alianza entre PSC y Aliança porque Fernández se presentó por este partido". Jové lamenta que Aliança no haya cumplido el pacto: "Me esperaba que Puig tuviera palabra porque nosotros respetamos los meses que él fue alcalde, pero su sustituto no ha querido sentarse ni hablar por desavenencias personales conmigo". El exalcalde de Aliança se marchó del gobierno molesto con el comunicado que hizo criticando su ataque contra el colectivo LGTBI. "No tardó ni 24 horas en decir que era intolerable cuando ya pedí perdón", lamenta Puig, quien revela que él era el único que defendía el pacto con ERC. "Sus afirmaciones, que las hay para alquilar sillas, no entraban dentro del pacto", rebate Jové, que tiene los días contados como alcaldesa y que este jueves ha presentado una denuncia contra Puig a los Mossos por acoso.