ERC, JxCat y la CUP consolidan una negociación a dos velocidades

Los republicanos se aproximan a los cuperos en cuanto a los Mossos, pero la negociación con Junts sobre el Procés va más lenta

Quim Bertomeu i Núria Orriols
y Quim Bertomeu i Núria Orriols

BarcelonaEste miércoles hará dos semanas que empezaron las negociaciones de investidura y, a pesar de que todo los implicados siguen sentados en la mesa y no hay nada roto, todavía no hay resultados tangibles. Lo que sí se ha consolidado estos 14 días es un esquema de negociación a dos velocidades. Por un lado, ERC y la CUP muestran sintonía en los que tienen que ser los cambios en el modelo policial catalán, uno de los temas clave para desencallar el mandato. Por el otro, ERC y JxCat siguen buscando un acuerdo sobre la estrategia a largo plazo que tiene que tener el Procés y, en este caso, no trasciende ninguna concreción de las conversaciones y el ritmo es más lento de lo que desean los actores. Dos negociaciones, dos ritmos y una investidura pendiente.

En unas conversaciones en las que todo el mundo se ha impuesto la máxima discreción, este lunes los cuperos y los republicanos han escenificado que han empezado a entrar en materia. La cabeza de lista de la CUP, Dolors Sabater, ha explicado en una entrevista a TV3 que ERC les había aceptado tres cuestiones capitales: que no se utilicen más balas de foam como las que se han visto en los disturbios de los últimos días, que la Brimo no participe en desahucios y que la Generalitat se retire de las acusaciones contra independentistas. Desde ERC han rebajado que se trate de un pacto cerrado, pero sí han admitido que se ha hablado de los tres temas y que son "líneas de trabajo" de las que habrá que estudiar la viabilidad. La secretaria general adjunta de Esquerra, Marta Vilalta, se ha mostrado convencida de que llegar a un consenso será "posible". "Con la CUP va bien", resumen fuentes republicanas conocedoras de las negociaciones, que se muestran convencidas de que pronto llegarán señales de que hay sintonía también en cuanto a las políticas sociales que tienen que servir para hacer frente al impacto de la crisis. El tema policial será clave para llegar a un acuerdo y también uno de los aspectos más delicados. Este mismo lunes el conseller de Interior, Miquel Sàmper (JxCat), se ha mostrado crítico con los cuperos por no condenar los disturbios, pero ha admitido que no podía ser más vehemente en sus reproches por las negociaciones de investidura: "Yo no quiero romper nada".

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Entre ERC y JxCat la cosa cambia. En este caso hay menos señales sobre el ritmo al que avanzan las conversaciones y las fuentes consultadas de Junts admiten que son más "lentas" de lo que querrían. "Hay poca concreción", asegura un consultado, que pide a Esquerra que clarifique qué quiere hacer en este mandato. El partido de Carles Puigdemont se ha impuesto hablar antes de estrategia con los republicanos que de los cargos de Govern y esto implica que en poco más de un mes tienen que resolver buena parte de las discrepancias de los últimos tres años. Su objetivo, aseguran, es evitar otra legislatura de rifirrafes. Por eso, una de las claves, según JxCat, es determinar la estrategia en Madrid y "blindar" la soberanía del Parlament, que durante este mandato consideran que ha sido "sumiso". En este sentido, aceptan explorar los frutos que pueda dar la mesa de diálogo pactada entre ERC y el PSOE (a pesar de que esperan que haya algunos cambios), pero también quieren pactar qué se tendrá que hacer cuando se constate que no hay resultados. No hablan de poner fechas concretas al Procés –rechazan plazos como el de dieciocho meses–, pero sí tener una estrategia alternativa si la negociación del gobierno español no acaba con un referéndum acordado. La consigna en Junts es que tiene que ser la legislatura del "preparémonos", en alusión a la hoja de ruta que aprobó el Consell per la República, para ejercer de nuevo la unilateralidad.

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Desde ERC, sin embargo, no quieren hablar de límites. El método que quieren aplicar es el que quedó reflejado en el último libro sobre estrategia que hicieron el presidente del partido, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Marta Rovira –Tornarem a vèncer (Ahora Llibres)–. En él defienden priorizar la vía del diálogo, pero admiten que la paciencia con el Estado "no puede ser infinita" sin concreciones. Así, ahora a Esquerra le gustaría aplicar la misma filosofía en el acuerdo de investidura con JxCat: aceptar que la apuesta por la negociación con el gobierno español tiene que tener un cierto límite, pero no reflejarlo en ningún plazo temporal.

Aragonès hará una conferencia el jueves

Los republicanos han empezado a mostrar síntomas este lunes de tener una cierta urgencia para cerrar carpetas de la negociación. Primero, Vilalta ha defendido que "cada día que pasa sin un acuerdo quien sale perdiendo es la gente y el país", puesto que la Generalitat no puede volver a ponerse en marcha a pleno rendimiento. Segundo, ha anunciado que el principal aspirante a la investidura, el republicano Pere Aragonès, entrará en acción el jueves haciendo una conferencia sobre cuáles tendrían que ser las "líneas maestras" de la próxima legislatura. Una manera de marcar perfil a ocho días de la primera fecha tope: la constitución del Parlament el 12 de marzo.

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