ERC niega un acuerdo con la CUP en materia policial pero ve margen para llegar a él
Los republicanos urgen a cerrar pronto la investidura y Aragonès hará el jueves una conferencia
Barcelona¿Tienen o no tienen la CUP y ERC un acuerdo sobre qué cambios hay que hacer en el modelo policial de Catalunya? Los cuperos aseguran que sí, mientras que los republicanos lo rebajan y replican que hay "líneas de trabajo" conjuntas, pero todavía ningún pacto para comunicar públicamente. Sea como sea, las negociaciones para la investidura de Pere Aragonès siguen avanzando y, si fructifican, uno de los pilares del pacto será que habrá cambios en el departamento de Interior y en los Mossos d'Esquadra.
La CUP y ERC ya hace días que negocian y en sus encuentros han tenido un protagonismo destacado las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél y la gestión de los disturbios que ha hecho la policía. Este lunes a primera hora de la mañana la cabeza de lista de la CUP, Dolors Sabater, ha asegurado que los republicanos ya habían aceptado unos cuantos cambios de trascendencia, como por ejemplo que no se utilicen balas de foam, que la Brimo no participe en desahucios y que la Generalitat se retire de las acusaciones contra independentistas. En una entrevista con TV3, se ha mostrado muy crítica, por ejemplo, con el papel de los antidisturbios: "Los Mossos tienen un problema y es la Brimo, hay que poner fin a las malas praxis".
Las palabras de Sabater han hecho saltar muchas alarmas porque, si este ya es un tema sensible en condiciones normales, todavía se ha agudizado más con los disturbios que se han sucedido en Catalunya en los últimos días. Uno de los primeros en reaccionar ha sido el conseller de Interior, Miquel Sàmper, que ha cuestionado que el acuerdo CUP-ERC fuera verídico: "Tengo la percepción de que no existe". Finalmente, han hablado los republicanos, que han intentado situarse a medio camino de los unos y los otros. La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha negado que haya ningún acuerdo cerrado pero ha confirmado que todos los planteamientos que ha hecho hoy Sabater son "líneas de trabajo" que hay encima la mesa. En resumen, que prevén prohibir las balas de foam, repensar las funciones de la Brimo y mirar qué margen hay para modificar el papel de la Generalitat cuando ejerce de acusación contra independentistas, pero todavía no hay detalles de cómo se materializaría.
Los republicanos tendrán que hacer equilibrios sobre esta cuestión los próximos días. Por un lado, necesitan los votos de la CUP para la investidura y, por lo tanto, tendrán que aceptar algunos planteamientos que hacen los anticapitalistas, pero por el otro no pueden enmendar la totalidad del trabajo de un departamento que ahora mismo es de JxCat y de un cuerpo policial, los Mossos, que ERC podría pasar a dirigir la próxima legislatura cuando asuma, con toda probabilidad, la conselleria de Interior. Vilalta se ha limitado a decir que existe "el compromiso de trabajar" todas las demandas que haga la CUP. Sí ha aportado un detalle: los cambios se vehicularán haciendo primero una comisión de estudio en el Parlament sobre el modelo de orden público. A través de una comisión de estas características es como en 2014 se acabó decidiendo prohibir el uso de pelotas de goma.
El atrevimiento de Sabater afirmando que ERC ya ha aceptado algunos de estos cambios contrasta con la versión de los hechos de su número 2, Carles Riera, que ha asegurado que republicanos y cuperos todavía no están "en fase de negociación" y, así, en vez de confirmar que Esquerra ya ha accedido a sus propuestas, se ha limitado a decir que hay "sintonía". Lejos de dar fe de que hay un pacto sobre la mesa, en una entrevista a TV3 Riera ha informado de que esta semana ya se tendría que entrar "en una fase de negociaciones y compromisos", admitiendo que la anterior se limitaron a "las conversaciones y las propuestas".
ERC presiona
Los cambios del modelo policial son una de las muchas carpetas que tiene abiertas ERC para intentar encontrar apoyos para la investidura de Aragonès. Otra, por ejemplo, es tratar de cerrar con JxCat un pacto sobre cuál tiene que ser la hoja de ruta del independentismo los próximos años. Los republicanos aseguran que tienen "buenas sensaciones" en las negociaciones pero que todavía no hay nada cerrado. Este lunes han pedido a la CUP y JxCat celeridad para ir cerrando todas las carpetas abiertas y que la investidura sea pronto una realidad. "Cada día que pasamos sin un acuerdo y sin concretar las mayorías, cada día que pasamos sin nuevos instrumentos al servicio de la ciudadanía, quien sale perdiendo es la gente y el país", ha asegurado Vilalta.
ERC ha acompañado esta presión de dos nuevas cartas encima de la mesa: la primera, que Aragonès hará una conferencia para explicar las "líneas maestras" de la legislatura próxima. Es decir, el principal aspirante a presidir la Generalitat explicará qué "retos" y qué "medidas" visualiza los próximos años. La segunda, revelando cuáles son, para los republicanos, los cuatro pilares del mandato próximo: un plan de rescate social inmediato, un plan de reconstrucción, un pacto antifascista y establecer las bases del "camino hacia la República".
El PSC exige apartar a los Mossos y la CUP de las negociaciones
Que el debate para formar gobierno se centre en el papel de los Mossos y que la CUP sea uno de los principales actores son dos factores que el PSC exige sacar de la ecuación postelectoral. Este lunes la vice primera secretaria del PSC, Eva Granados, ha calificado de falso "debate" la discusión sobre el modelo de orden público. "La negociación tendría que ser alrededor de la pandemia y de la economía", ha insistido la dirigente socialista, a pesar de que no ha renunciado a decir la suya sobre la gestión policial y ha cargado contra la "abdicación del Govern" en temas de seguridad. Según Granados, falta una "autoridad pública" después de las "declaraciones tibias" y la falta "de apoyo" del actual ejecutivo a los Mossos.
En este sentido, la número 2 de Salvador Illa ha instado al Govern a condenar la violencia "de manera explícita". Pero sobre todo se ha centrado en la CUP, de quien cree que ERC y JxCat "son prisioneros". Y precisamente porque los cuperos "claramente no condenan la violencia", no están "preparados" para formar parte del ejecutivo. De este modo, el PSC no solo pide que los Mossos no entren en las negociaciones, sino que la CUP tampoco tenga un asiento en la mesa donde se habla del futuro Govern.
La presidencia del Parlament
Otro de los puntos calientes de la negociación de la investidura es quién asume la presidencia del Parlament. JxCat aspira a ostentarla, recordando que en los últimos tiempos siempre ha sido para la segunda fuerza independentista, pero la CUP también se postula. En la misma entrevista con TV3, Sabater ha insistido en que no quería entrar en "el juego de las sillas" pero sí ha admitido que "el Parlament tiene que subir un grado en la asunción de responsabilidades" y que puede ser "una buena aportación" que la CUP comande la cámara. "Si tenemos que asumir la presidencia, la asumiremos", ha subrayado. También ha encendido el debate la expresidenta de la cámara Carme Forcadell, que ha apostado por que la presidencia recaiga en una mujer de izquierdas, cosa que alimenta que sea la propia Sabater. ERC no ha querido polemizar con la cuestión pero Vilalta ha asegurado que coincidía con Forcadell.