El gobierno español aprueba el decreto de las medidas por la guerra con el voto en contra de ERC
El PP también vota en contra pero Bildu salva la iniciativa a pesar del Catalangate
MadridEl gobierno español ha salvado este mediodía un nuevo match ball y ha aprobado, en una nueva votación agónica (176 votos a favor, 172 en contra y una abstención), el decreto de medidas para paliar los efectos de la guerra. Lo ha hecho con los votos en contra de ERC y gracias a Bildu, que ha salvado una iniciativa que era clave para el ejecutivo. Los contactos entre ERC y el PSOE para intentar reconducir la situación por el escándalo del Catalangate no han dado resultado en las últimas horas y los republicanos han decidido castigar el gobierno español. La tensión ha ido subiendo en los últimos días, pero se disparó ayer a raíz de las declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que justificó el espionaje a independentistas. Junts y la CUP también han votado en contra del decreto.
Después de la votación, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha comparecido ante los periodistas para mostrar su satisfacción y ha reivindicado que lo que ha pasado hoy en el Congreso ha sido "una victoria de política sana contra una política malsana que persigue el cuánto peor mejor y da la espalda a la gente", en referencia al PP. "No estamos en un momento para anteponer intereses partidistas", ha conclós.
La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha justificado su voto porque "los ciudadanos no tienen que pagar los errores de este gobierno". El gobierno aceptó tramitar el real decreto como proyecto de ley para que los grupos puedan introducir enmiendas en un último intento para intentar sumar el apoyo del PP. Los populares, sin embargo, reclamaban un compromiso de rebaja de impuestos para votar a favor que finalmente no ha llegado. De hecho, el diputado popular Jaime de Olano ha justificado su voto en contra porque "hace tiempo que han elegido socio. Bildu vota hoy el decreto y Sánchez le permite acceder a los secretos de estado".
En la tribuna del Congreso, el encargado de defender el real decreto ha sido el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ha defendido que hoy no se votaba el futuro del gobierno: "Hoy esto no va del gobierno, sino de los ciudadanos que les facilitaron el escaño para que les ayuden en su vida. Los que voten en contra están perjudicando a los ciudadanos con el único fin de dañar el gobierno". El decreto incluye medidas como la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina y gasoil, el tope del 2% en la subida de los alquileres, el aumento del Ingreso Mínimo Vital, las ayudas al transporte o las rebajas fiscales en el precio de la luz.
Con la decisión de los republicanos, se abre un cisma entre los gobiernos catalán y español. Ayer el president de la Generalitat, Pere Aragonès , pidió la dimisión de la ministra de Defensa. "Está políticamente incapacitada", dijo. En un comunicado, ERC afirma que han tomado la decisión después de que el gobierno español "no haya asumido responsabilidades por el caso Pegasus" y advierten que se trata de un "primer aviso al gobierno español". "Para empezar, la ministra responsable de este escándalo tiene que dimitir. Nada de eso ha pasado hasta ahora", afirman.
Aun así, los republicanos evitan romper todos los puentes con el PSOE y aseguran que continuarán teniendo "la mano extendida para impulsar medidas de apoyo a la gente" y que continúan abanderando "la negociación para resolver el conflicto político". Eso sí, esta negociación se tiene que dar con unas "mínimas garantías". La Moncloa, sin embargo, no tiene ninguna intención de hacer caer a la ministra y consideran que la crisis se reconducirá con las explicaciones que dará la directora del CNI a la comisión de secretos oficiales. El mismo Sánchez ha reafirmado hoy su apoyo a Robles.
Junts y la CUP
Por su parte, la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, también ha defendido el no al decreto: "El independentismo no puede regalar la estabilidad a un gobierno que nos espía". Nogueras ha pedido que el no de Junts, ERC y la CUP a esta normativa sea el paso definitivo para acabar con el diálogo con el gobierno español. "Que se acabe ya el diálogo ficticio con esta gente, que ni nos quiere ni nos respeta. Un diálogo que no encuentra ni encontrará nunca una fecha en el calendario", ha añadido. El diputado de la CUP, Albert Botran, se ha preguntado: "¿Cómo podemos confiar en un gobierno que ante pruebas evidentes de espionaje no hace nada o, peor, saca pecho?".
Junts y la CUP intentaron ayer pactar un posicionamiento conjunto con ERC que dejara más clara la rotura con el gobierno de Sánchez, pero los republicanos mantienen su propia estrategia y no cierran la puerta al diálogo. Desde ERC, Montse Bassa se ha limitado a denunciar que si quieren saber su voto "pregunten al CNI o a Robles". Los diputados de Junts han aplaudido la intervención de la diputada republicana, un hecho nada usual. El PDECat, en cambio, ha votado a favor del decreto porque considera que se tiene que separar el Catalangate de las medidas que afectan la vida de la ciudadanía. Bel, pero, ha calificado las declaraciones de Robles de ayer de "impresentables".
Ante el no de ERC, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha llamado a defender la "mayoría plurinacional" y ha vuelto a denunciar "la vergüenza democrática" del Catalangate. Echenique ha puesto en valor, eso sí, la "responsabilidad" de las fuerzas como EH Bildu, que han votado a favor de este "escudo social" que los morados consideran imprescindible para hacer frente a la crisis.